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“Una Salud”

Las Segundas Jornadas Interdisciplinarias “Una Salud” en la Facultad de Psicología de la UBA fueron un espacio clave para pensar políticas públicas en salud mental. La propuesta de “Una Salud” parte de la premisa de que la salud humana no puede pensarse de manera aislada, sino que está profundamente conectada con el entorno y con la de otras especies. Buenos Aires, 11 de noviembre de 2025. Entre el 29 y el 31 de octubre de 2025 se llevaron a cabo las Segundas Jornadas Interdisciplinarias “Una Salud” en la Universidad de Buenos Aires, con sede en la Facultad de Psicología, ubicada en nuestra Comuna. Este evento, organizado en conjunto por las facultades de Ciencias Veterinarias, Farmacia y Bioquímica, Medicina, Odontología, Psicología y Agronomía, junto con la Secretaría de Ciencia y Técnica y la Secretaría de Salud, reunió a especialistas, investigadores, estudiantes y funcionarios públicos en torno a un enfoque integral de la salud que articula lo humano, lo animal y lo ambiental.

La propuesta de “Una Salud” parte de la premisa de que la salud humana no puede pensarse de manera aislada, sino que está profundamente conectada con el entorno y con la de otras especies. En este marco, las jornadas abordaron temas como enfermedades emergentes, resistencia antimicrobiana, salud ambiental, zoonosis, salud comunitaria y, especialmente, salud mental, como dimensión transversal en el diseño de políticas públicas.

Origen del concepto

El término "Una Salud" se popularizó en el ámbito científico y político tras la aparición de brotes epidémicos como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2003 y la gripe aviar en 2005, que evidenciaron la necesidad de un enfoque integrado. Sin embargo, el médico alemán Rudolf Virchow, por ejemplo, ya en el siglo XIX afirmaba que “no hay una línea que divida la medicina humana de la veterinaria”, reconociendo la interdependencia entre especies.

Durante el siglo XX, esta visión fue retomada por investigadores como Calvin Schwabe, quien acuñó el término “medicina única” en los años 60, al estudiar enfermedades zoonóticas en comunidades rurales. Schwabe planteó que la medicina humana y veterinaria debían trabajar juntas para abordar los problemas de salud en poblaciones vulnerables.

El concepto tomó fuerza institucional en 2004, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la FAO comenzaron a promoverlo formalmente. En 2008, se firmó en Egipto el documento “Una Salud, Una Medicina”, marcando un hito en su reconocimiento global.

Desde entonces, "Una Salud" se ha convertido en un marco estratégico para enfrentar desafíos como la resistencia antimicrobiana, el cambio climático, la seguridad alimentaria y las pandemias. Su enfoque multidisciplinario busca integrar medicina, veterinaria, ecología, sociología y políticas públicas para prevenir y responder a amenazas sanitarias que trascienden fronteras y especies.

El compromiso de la Facultad

La Facultad de Psicología tuvo un rol protagónico en esta edición, al albergar varias de las actividades centrales y promover el debate sobre la prevención y asistencia en salud mental desde una perspectiva interdisciplinaria. Durante los tres días, se presentaron más de cien trabajos de investigación, muchos de ellos centrados en el impacto psicosocial de las crisis sanitarias, el abordaje comunitario de los trastornos mentales, el rol de los equipos interdisciplinarios en la atención primaria y la articulación entre salud mental y políticas sociales.

Uno de los momentos destacados fue la conferencia “Una Salud: Aportes de la UBA a esta temática”, dictada por el Dr. Pablo Evelson, decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. En ella se subrayó la importancia de generar conocimiento científico que pueda ser traducido en acciones concretas de prevención y asistencia, especialmente en contextos de vulnerabilidad social y ambiental.

Las mesas redondas permitieron el intercambio entre profesionales de distintas disciplinas, incluyendo psicólogos, médicos, veterinarios, biólogos, trabajadores sociales y funcionarios públicos. Se discutieron estrategias para fortalecer la atención en salud mental en el sistema público, mejorar la articulación entre niveles de atención, incorporar la perspectiva ambiental en el análisis de los determinantes sociales de la salud y promover la participación comunitaria en el diseño de políticas.

Además, se presentaron investigaciones sobre el impacto del cambio climático en la salud mental, el estrés crónico en poblaciones expuestas a contaminación ambiental, y el vínculo entre maltrato animal y violencia interpersonal. Estos trabajos evidencian la necesidad de pensar la salud mental en clave ecológica, reconociendo que los entornos degradados y las relaciones violentas afectan profundamente el bienestar psíquico de las personas.

La participación estudiantil fue otro eje relevante. Las jornadas fueron no aranceladas para estudiantes de grado y posgrado, quienes pudieron presentar sus trabajos, asistir a las conferencias y participar en talleres de formación. El evento también incluyó actividades culturales, como intervenciones artísticas, muestras fotográficas y performances que abordaron la salud desde una mirada sensible y crítica. Estas expresiones permitieron ampliar el debate más allá del ámbito académico, involucrando a la comunidad universitaria en su conjunto.

En un contexto global marcado por desafíos sanitarios complejos, este tipo de encuentros resultan fundamentales para pensar soluciones integrales que contemplen la salud mental como parte inseparable del bienestar colectivo.

                                    Santiago Pujol



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