Historias de nuestra comuna | De las carretas a los trenes

El ferrocarril del oeste en la Comuna 3

El Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (FCO), inaugurado en la ciudad de Buenos Aires el 29 de agosto de 1857, fue el primero construido en territorio argentino y el iniciador de la extensa red ferroviaria que se desarrolló años después. Por Norberto Alonso
Buenos Aires, 16 de mayo de 2023. La propuesta de su construcción fue realizada por el grupo privado Sociedad Camino de Hierro del Ferrocarril Oeste y la obra fue financiada por el Estado de Buenos Aires, separado en ese momento de la Confederación Argentina. Se compraron dos locomotoras, que llegaron el 25 de diciembre de 1856 provenientes de Inglaterra. Alcanzaban una velocidad de 25 kilómetros por hora y fueron designadas “La Porteña” y “La Argentina”. Sus conductores, los hermanos John y Tomas Allan, llegaron desde Liverpool y debieron adiestrar a otros maquinistas para su manejo. 

Durante los veintisiete años en los que perteneció al Estado de Buenos Aires, el Ferrocarril Oeste fue reconocido por los porteños por toda la riqueza que llevó a la ciudad, su eficiencia y sus tarifas que eran más bajas que la de los ferrocarriles administrados por firmas inglesas en el país. La presión e interés de los capitales británicos, y el endeudamiento del Estado Argentino, hicieron que se lo vendiera en 1890 a la empresa inglesa Buenos Aires Western Railway.
Inicialmente, el trayecto del ferrocarril medía diez kilómetros e iba desde la estación del Parque, situada donde hoy se encuentra el teatro Colón, a la estación La Floresta, en el actual barrio de Flores. 

Como se observa en el plano de la Buenos Aires de 1870, la vía partía de la estación Plaza del Parque hacia el oeste, para llegar a la actual esquina de Talcahuano y Lavalle, y continuar derecho por esta última hasta la avenida Callao. Allí hacía una “S” hacia el suroeste sobre lo que hoy es el pasaje Enrique Santos Discépolo, que la llevaba a la actual avenida Corrientes. Actualmente se ve en el lateral de la escuela Domingo Faustino Sarmiento ubicado en el 1842 del pasaje, una intervención en mosaico del artista Marino Santa María que alude al paso del ferrocarril por esa vía.

El tren seguía derecho por Corrientes hasta Pueyrredón donde doblaba bruscamente y continuaba hasta Teniente General Juan Domingo Perón  para volver a orientarse hacia el oeste y entrar al Mercado del Oeste en la actual plaza Miserere, e ingresar en la estación de madera Once de Septiembre, que se encontraba desde Ecuador al oeste. 

El paso por el Mercado del Once era inevitable ya que allí se había creado uno de los mayores mercados de bienes del país (que era complementado por otro en la actual Plaza Constitución). Ese lugar era un centro de operaciones de carga y descarga de mercaderías, y hasta allí llegaban las carretas. En ese sitio se construyó una primera estación que años después se convertiría en cabecera del ferrocarril. Entre Corrientes, Paso, Tucumán y Pueyrredón funcionaron los talleres hasta 1887.

Desde la estación Once, la línea ferroviaria seguía por un trazado paralelo al camino de carretas a la altura de la actual calle Bartolomé Mitre hasta San José de Flores, donde se ubicaría la segunda estación.


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