Una plaza para san cristóbal

Comunales | Pensar desde la historia

Una Plaza para San Cristóbal

Aunque la historia es una herramienta para conocer el pasado, también es un instrumento para pensar el futuro. Nuestro barrio, San Cristóbal, estaba ahí antes de ser un barrio. No obstante, entre esa onda gigantesca que llevó a una llanura pampeana a convertirse en lo que hoy es, existen una cantidad de hitos mencionables que signaron el carácter identitario de nuestro espacio y que, además, necesitan ser revisitados a efectos de darle forma a lo que viene, a la redefinición del espacio público barrial. Buenos Aires, 10 de junio de 2025. Si entre aquella llanura primigenia y la propuesta de hacer una multitorre en el predio vacío que supo ser el Canal Once, luego Telefé, el barrio de convirtió en uno de los que adolece de menor espacio verde de toda la ciudad, necesitamos conocer ese pasado para pensar el camino de llegada a este presente en el que se propone hacer una plaza justo enfrente de donde se proyectan esas torres, lo que supondría una revaluación positiva de aquello que se está por construir.

Una plaza, para este y cualquier barrio, es una buena noticia, pero la construcción de esta no puede llevarse puesto el patrimonio histórico de un plumazo; se tiene que preservar parte del pasado como huella tangible de nuestro devenir.

Breve historia de un predio

El predio ubicado en la manzana limitada por las calles Pavón, Alberti, Constitución y Matheu fue parte de la zona de quintas que se ubicaban en el barrio a fines del siglo XIX. El barrio se había fundado como parroquia el 28 de junio de 1869, pero la ley que lo conformaba, lo daría por puesto en marcha cuando se inaugurase la iglesia, lo cual se concretó el 10 de febrero de 1884.

Hacia 1869, el enorme territorio del barrio, que llegaba hasta el Riachuelo y era limitado al norte por la avenida Independencia, al este por Entre Ríos y su continuación y al oeste por Boedo y su continuación, contaba con 3171 habitantes y 392 casas. Claro está, que pareciera que no andaba precisando una plaza. No obstante, en 1884, J. H. Wulff ofrece vender un predio delimitado por las calles Jujuy, Cochabamba, Alberti y Constitución -en vértice con el actual proyecto- para construir una plaza bien cercana a la iglesia San Cristóbal.

Pero ese barrio antiguo, esa prehistoria de San Cristóbal, como lo menciona Jorge Larroca, rápidamente modificaría su fisonomía debido en gran parte al proceso inmigratorio. Entre 1869 y 1904, la población de la ciudad de Buenos Aires pasó de 187.126 habitantes a 950.891. Una parte ingente de esa población migrante, heterodoxa y abarrotada, se estableció en el barrio de San Cristóbal. La gran mayoría era de origen italiano.

Coincidentemente es en 1904 cuando se funda la Compañía Metropolitana de Tramways, que conformaba un solo grupo económico con la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad. La estación terminal se estableció en la manzana en la que se está pensando realizar la nueva plaza. Cada compañía tenía su propia estación terminal y las mismas solían llevar el nombre de su entrada principal, de manera tal, que la metropolitana ubicó su estación Constitución en la calle de ese nombre al 2460.

El 6 julio de 1909, la Anglo compró al “Metropolitano”, y de esa manera, la empresa que aterrizó en el mercado tranviario en 1876, sin haber tendido un solo riel, se hizo fuerte y comenzó a edificar un oligopolio del transporte. Los tranvías del Metropolitano dejaron de circular el 20 de enero de 1953. Ese recorrido fue suplido en primera instancia con los trolebuses 311 y 312. A partir del 1º de marzo de 1966 hasta el presente asumieron un recorrido muy similar los colectivos 61 y 62.

Con el tiempo, en 1963, ese mismo espacio albergó oficinas de Subterráneo de Buenos Aires, empresa pública que manejaba el transporte bajo tierra. Luego, también ocupó las oficinas que daban a la calle Pavón el Canal 11 y su continuidad empresaria, TELEFE, constituyéndose en la cara activa de la manzana y quedando cada vez más abandonada la fachada principal de la calle Constitución, aquella que había oficiado como entrada principal de los coches.

Propuesta

La idea de hacer una plaza que contemple el total de las necesidades de la/os vecina/os del barrio incluye, en primer lugar, la mayor cantidad de espacio verde, pero también preservar aquello que pueda ser refuncionalizable para poder tener un Salón de Usos Múltiples comunitario y un espacio que pueda albergar la biblioteca de la Junta de Estudios Históricos de San Cristóbal y que su material de archivo pueda ser visitado y consultado por el público en general. En ese sentido, la cara de la calle Pavón, que actualmente utiliza personal de la empresa EMOVA bien podría preservase por su valor histórico y arquitectónico, al igual que la entrada por la esquina de la calle Alberti y Constitución.

Un último dato que no deja de tener importancia para valorizar históricamente ese predio. Por esa esquina se entraba cuando el predio fungió como centro de votación el 30 de octubre de 1983, el día que se votó por primera vez desde 1976 y que fue el inicio del regreso de la democracia tras la última dictadura.

Todo lo anterior refuerza la idea de que en San Cristóbal hace falta una plaza, pero no de cualquier manera. Será fundamental para que una plaza sea verdaderamente de San Cristóbal, que su diseño, su nombre y su gestión salga de una mesa de trabajo y consenso que seguirá en funciones y con participación comunitaria una vez que la misma ya esté emplazada.

Adrián Dubinsky
Junta de Estudios Históricos de San Cristóbal

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