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La salud del trabajo

Buenos Aires, 13 de junio de 2023. Después del
sonoro fracaso de la licitación internacional que convocó Larreta para cambiar
los concesionarios del subte, en diciembre del 2020 se la renovaron a Metrovías
por otros doce años (ver
https://www.xn--sintesisportea-2nb.com.ar/amplia-nota.php?id_n=28626), lo único
nuevo es el nombre de la empresa que gestiona la red de subtes desde el
menemismo y la denuncia de los trabajadores sobre la contaminación con asbesto
en las redes, que ya le costó la vida a tres operarios, mientras otros 84 están
afectados, seis de ellos con cáncer. 

En el centro del reclamo está la exposición de los
trabajadores a unidades contaminadas con asbesto, que fueron adquiridas durante
la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y que el gobierno
porteño demora en reemplazar. Fueron vagones fuera de servicio que se
adquirieron en España como nuevos y que se trajeron al país violando la
legislación que impide importar ese material cancerígeno. Pero ningún
responsable de la operación dañina fue sancionado por una justicia cómplice del
poder que el PRO supo conseguir en la ciudad. 

Los Metrodelegados le demandan a la empresa
concesionaria Emova (ex Metrovías, del Grupo Roggio), a la firma estatal
Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y a la Subsecretaría de Trabajo local, la
apertura de una mesa paritaria donde se discutan nuevos incrementos salariales,
ya que el último acuerdo venció en febrero, y también un nuevo esquema de
horarios que reduzca la exposición de los empleados al asbesto, el material
cancerígeno que, denuncian, se encuentra presente en las instalaciones. En este
sentido, plantean una reducción de la jornada laboral de 36 a 30 horas
semanales con dos francos en lugar de uno. 

Alfredo Barrera, secretario de Derechos Humanos del
gremio y delegado de la línea D, aseguró que “el asbesto está prohibido en la
Argentina desde 2001. La Justicia de la Ciudad nos dio la razón y obliga a la
empresa a retirar el asbesto en un proceso que es largo”. Por esta razón, la
propuesta del sindicato es “mitigar la exposición, ir un día menos a trabajar”.

“Hace 5 años denunciamos la presencia de asbesto, un
material cancerígeno que ya se llevó la vida de tres compañeros y afectó la
salud de 84. Y puso bajo control médico de por vida a 2400 trabajadores, que deberíamos
entrar en ese registro”, dijo Barrera. Desde entonces, se han tomado diferentes
medidas “tratando de concientizar por el impacto ambiental que tiene esto, en
la salud, incluyendo a los usuarios, que también están expuestos, porque en el
amparo que presentamos se han presentado usuarios y los tomaron como afectados”.

Asimismo, los trabajadores reclaman la devolución de
los días descontados a quienes adhirieron a los distintos paros que iniciaron
el 29 de marzo pasado. Desde la empresa rechazaron la “postura inflexible” del
sindicato y aseguraron que “estos descuentos corresponden a ausencias no
remuneradas y a que las personas alcanzadas, que representan menos del 6 por
ciento de la dotación total de la empresa, no trabajaron su jornada en forma
completa”. 

Además, desestimaron la problemática sanitaria que
denuncian los Metrodelegados: “Emova ratifica que las más de 2500 mediciones
realizadas sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte
arrojan resultados considerados adecuados para la salud”. Sin embargo, Barrera
afirmó que “eso es falso”, ya que la legislación no permite la presencia del
asbesto en ninguna cantidad: “Al ser un material cancerígeno no hay un mínimo
tolerable. Está prohibido y lo tienen que sacar. No es un ambiente seguro si
existe asbesto”. 

¿Qué es el
asbesto? 

Según el Instituto Nacional del Cáncer, dependiente
del gobierno de Estados Unidos, el asbesto o amianto “es el nombre que se da a
seis minerales de origen natural que existen en el medio ambiente como manojos
de fibras que pueden separarse en hilos delgados y duraderos para usarse con
fines comerciales e industriales. Estas fibras son resistentes al calor, al
fuego y a las sustancias químicas y no conducen electricidad. Por estas
razones, el asbesto se ha usado extensamente en muchas industrias.” 

Y prosigue afirmando: “El asbesto ha sido
clasificado como un cancerígeno humano reconocido (sustancia que causa cáncer)
por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS),
por la Oficina de Protección Ambiental (EPA) y por la Oficina Internacional
para la Investigación del Cáncer (IARC). Según la IARC, hay suficiente
evidencia de que el asbesto causa mesotelioma (un cáncer relativamente poco
común de las membranas delgadas que revisten el pecho y el abdomen), y cánceres
de pulmón, de laringe y de ovario.” 

Por lo visto, el peligro del asbesto no es un cuento
chino de los metrodelegados. Todo lo contrario, es un problema serio para
quienes diariamente permanecen horas en el subte, incluidos los pasajeros.
Aunque la empresa y el gobierno dicen que están trabajando para retirar todo el
asbesto, desde el gremio su secretario general Néstor Pianelli desmiente que
haya un plan de descontaminación y afirma que al paso que van, “son diez,
quince años más para poder sacar todo.” Tiempo suficiente para que muchos más
se vean afectados por este problema.

                                                                                                                      
Santiago Pujol

Protesta en SBASE

Metrodelegados, estudiantes y organizaciones
protestaron al cierre de esta edición ayer frente a la sede de Subterráneos de
Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) base en el barrio de Balvanera contra
del asbesto. Con un corte de calle en Agüero 48 desde las 7 de la mañana,
reclamaron a la empresa estatal que actúe frente a la crisis sanitaria que
afecta a usuarios y trabajadores del sistema de trasporte público. 

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y
Premetro (AGTSyP-Metrodelegados), centros de estudiantes y otras organizaciones
estudiantiles realizaron ayer un corte frente a la sede de Subterráneos de
Buenos Aires (SBASE), en el barrio de Balvanera, para "exigir una
respuesta a la crisis sanitaria en la red" por la presencia de asbesto. 

Los trabajadores y estudiantes se concentraron desde
las 7 hasta las 10 frente a Sbase, ubicada en la calle Agüero 48 de la Ciudad
de Buenos Aires, con carteles que pedían por "un subte sin asbesto". 

La acción fue convocada para "exigir una
respuesta a la crisis sanitaria en la red de subterráneos" ante la
presencia de "asbesto cancerígeno en todo su ámbito", por lo que
desde el gremio no descartan "nuevas medidas de fuerza en los próximos
días", y que se sumarían a los paros intermitentes del servicio que se
vienen haciendo desde las últimas semanas. 

"Continuaremos realizando todos los esfuerzos
para conseguir la desabestización integral de la red, el cambio de flotas
contaminadas, la reducción de la jornada laboral y el ingreso de todos los
trabajadores al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgos)", apuntaron desde
AGTSyP. 

En el corte participaron los trabajadores y
distintas secretarías de centros de estudiantes de la UBA, centros de
estudiantes de terciarios y gremios docentes que llevaron carteles, se
vistieron con trajes de protección de materiales peligrosos y realizaron
intervenciones artísticas para visibilizar el reclamo. 

"La acción que impulsamos hoy fue en
solidaridad a la lucha que están llevando adelante los trabajadores del subte
contra el asbesto. Ya se cobró la vida de tres personas, hay seis con cáncer y
90 con condiciones de salud ligada a este material", expresó el referente
del PTS en la facultad de Filosofía y Letras (UBA), Luca Bonfante, en
declaraciones a Télam.

El representante estudiantil aseguró que "es un
problema que compete a todos los usuarios que usan el subte todos los días para
trabajar o estudiar". "Hay una crisis sanitaria abajo de la tierra
que estamos difundiendo para que la empresa Emova y el Gobierno de Horacio
Rodríguez Larreta se haga cargo", subrayó Bonfante.

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