Porteñas | Renovación de la Línea B

Adjudicaron la compra de coches

Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE) adjudicó la licitación para la renovación completa de la flota de la Línea B, que permitirá mejorar la frecuencia y el confort de la línea que más pasajeros transporta, con un promedio de 180 mil usuarios diarios. Con la compra de los nuevos trenes, la Ciudad de Buenos Aires reconoce tácitamente lo que siempre se supo: que la compra de los CAF 6000 al Metro de Madrid fue, en el mejor de los casos, un error que se pagó caro. Buenos Aires, 22 de julio de 2025. La compra de 174 coches 0 kilómetro y con aire acondicionado fue adjudicada a CRRC Changchun Railway Vehicles Co. Ltd, por cumplir los requisitos técnicos y resultar económicamente más favorable que las otras ofertas. Representa una inversión de 301.592.592,20 millones de dólares y se espera que la primera formación entre en servicio el primer trimestre de 2027.  

Al respecto, el Jefe de Gobierno Jorge Macri afirmó: “Estamos dando un paso histórico para mejorar la vida de los vecinos y de todas las personas que visitan nuestra ciudad, ya que van a poder viajar más cómodos y seguros, con trenes modernos”, y agregó: “Junto con la compra de 40 coches para las líneas A y C, representa la inversión en material rodante más grande de los últimos diez años y forma parte de un proceso integral para construir una ciudad mejor conectada y más eficiente”.

Estas unidades reemplazarán a los coches Mitsubishi que tienen, en promedio, 60 años de antigüedad, y a los CAF 6000 que tienen una antigüedad superior a los 20 años. Al estandarizar el material rodante en la línea mejorará la operatividad, el servicio y agilizará los procesos de mantenimiento.

Además de aire acondicionado, tendrán cámaras de seguridad, un sistema de información para los pasajeros incorporado (visual y auditivo), iluminación led antivandálica, asientos longitudinales y estarán preparadas para funcionar con un sistema de señales como el instalado en las líneas D y H, con mejores condiciones de seguridad.

Asimismo, se realizarán obras de infraestructura necesarias para acompañar el proceso de modernización: se incrementará la potencia de 600 a 1.500 voltios, lo que significará la incorporación de tecnología más moderna, eficiente y sustentable, y se renovarán las vías y aparatos de vía

Un error que se pagó caro


La adjudicación de la licitación para renovar la totalidad de la flota de trenes de la línea B, que se conoció esta semana, puso fin a un largo proceso que lleva más de una década. Con la compra de los nuevos trenes, la Ciudad de Buenos Aires reconoce tácitamente lo que siempre se supo: que la compra de los CAF 6000 al Metro de Madrid fue, en el mejor de los casos, un error que se pagó caro. La adquisición de estas formaciones usadas costó -ajustada por inflación y una vez computados todos los gastos de adaptación- prácticamente lo mismo que se pagará por los coches nuevos.

Hace 12 años, en 2013, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió comprar formaciones CAF 6000 de segunda mano a Metro de Madrid para incorporar a la línea B, continuidad de una adquisición anterior de coches CAF 5000 más antiguos al mismo proveedor.

Los CAF 6000 eran coches con 15 años de uso en Madrid, con una configuración interna optimizada para líneas de baja demanda, pero sobre todo incompatibles con la infraestructura de la línea B: tienen 2,76 m frente al gálibo de 3,20 m y cuentan con alimentación eléctrica por catenaria –la línea B contaba desde su inauguración con tercer riel–. Su puesta en funcionamiento supuso un sinfín de obras complementarias para adaptar la línea a los coches, en lugar de a la inversa: instalar una catenaria rígida, deprimir el solado en algunos sectores de la línea para que se cumpliera la altura reglamentaria entre los coches y la catenaria, instalar faldones para salvar la distancia entre los coches y los andenes de la línea, repotenciar subestaciones y cerrar la línea anticipadamente durante varios meses por esos trabajos, entre otros percances.

Pero no sólo el hecho de que fueran coches incompatibles, pensados para otra línea y otra infraestructura, hacen que la compra fuera difícil de explicar. Se trató de una flota de 14 formaciones, insuficiente para afrontar toda la demanda de la línea: debieron coexistir con los CAF 5000 y con los coches Mitsubishi que ya circulaban desde 1995, provocando una importante desestandarización de la flota. Algunas de esas 14 formaciones nunca pudieron ponerse en funcionamiento por problemas técnicos. Y todas se vieron igualmente afectadas por la presencia de componentes con asbesto, obligando a un costoso y lento proceso de descontaminación, pese a que para cuando el Gobierno de la Ciudad compró esos coches ese material cancerígeno ya llevaba más de una década prohibido en la Argentina.

Un cálculo rápido elaborado por este medio en 2014 había arrojado que, por encima de los USD 0,62 millón por coche del precio oficial de compra a Metro de Madrid, considerando todas las obras y adaptaciones necesarias para su puesta en funcionamiento –es decir, para la adaptación de la línea B a una flota insuficiente de coches usados e incompatibles– los CAF 6000 habían costado al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alrededor de USD 1,3 millón por coche. Ese cálculo no contemplaba, en todo caso, inconvenientes posteriores, como el hecho de que varios coches nunca pudieran ser puestos en funcionamiento o el costo del programa de desasbestización. En su momento, enelSubte señaló que “comprar trenes nuevos era más barato”: los USD 1,3 M por coche eran un monto de hecho superior al que había abonado el Estado nacional por los coches eléctricos CSR (CRRC) para las líneas Mitre, Sarmiento y Roca, que incluso costaron menos.


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