Sociedad | 10 de Diciembre

Día de los Derechos Humanos

La fecha recuerda el momento en el que las Naciones Unidas proclamaron la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, a poco de que finalizara la Segunda Guerra Mundial. Esta Declaración -que fue redactada por representantes de todo el mundo- representa un lenguaje común a nuestra humanidad compartida, una fuerza unificadora en cuyo centro se encuentra la dignidad humana y la obligación de protegernos y cuidarnos entre nosotros y nosotras como seres humanos.
Buenos Aires, 13 de diciembre de 2022. En nuestro país, además, el día fue elegido por el primer presidente electo democráticamente después del régimen terrorista de estado, Raúl Alfonsín, para ser la fecha de la asunción del mando de la principal autoridad republicana, marcando la ineludible ligazón que la lucha por la plena vigencia de los derechos humanos tuvo y tiene con la solidez de la democracia argentina. Desde entonces, cada cuatro años, un 10 de diciembre el Primer Magistrado jura su cargo ante la Asamblea Legislativa.

Este año Naciones Unidas comienza una campaña mundial de un año de duración que servirá para dar a conocer la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) centrándose en su legado, relevancia y activismo usando el lema “Dignidad, Libertad y Justicia para Todas las Personas”, como prolegómeno a la celebración del 75 aniversario de su proclamación.

Como la democracia, los derechos humanos no están asegurados para siempre. Su vigencia debe nutrirse de la lucha persistente por asegurarlos a todas y todos. Lo reconoce la misma Organización de Naciones Unidas: “la promesa de la DUDH de dignidad e igualdad en derechos ha estado sometida a ataques. El planeta se enfrenta a una crisis climática, la pandemia de COVID-19, el aumento de los conflictos, la inestabilidad económica, la desinformación, la injusticia racial, además de los retrocesos globales en los derechos de las mujeres. Las personas se sienten frustradas y han perdido confianza debido a lo que ellas consideran como inacción e incapacidad de gobiernos e instituciones para proteger los derechos humanos”.

También entre nosotros acechan esos peligros y los avances de los poderosos que pretenden hacer prevalecer sus intereses egoístas sobre la voluntad mayoritaria libremente expresada en las urnas. Por eso recurren a la proscripción, a la colonización del aparato judicial para perseguir dirigentes políticos populares, mientras encubren los delitos de los representantes del poder. Pero la persistencia en el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia que nos legaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, hará retroceder las sombras que hoy se ciernen sobre la democracia argentina.


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