Comunales | 81 aniversario del crimen de Bordabehere

Asesinato en el Senado

Fue hace 81 a帽os, el martes 23 de julio de 1935, aproximadamente a las cuatro de la tarde, cuando el senador santafesino por el Partido Dem贸crata Progresista, Enzo Bordabehere, fue asesinado en la C谩mara Alta de la Naci贸n. El ex comisario Ram贸n Valdez Cora, reconocido mat贸n a sueldo del r茅gimen conservador, polic铆a corrupto y provocador profesional, dispar贸 cuatro balazos, tres de los cuales dieron en el cuerpo del legislador. Buenos Aires, 26 de julio de 2016. El 23 de julio de 1935, Lisandro de la Torre (de entonces 66 a帽os), senador por Santa Fe, denunciaba en el Congreso las consecuencias del pacto Roca-Runciman, firmado en 1933. Los ministros de Agricultura, Luis Duhau, y de Hacienda, Federico Pinedo, hab铆an concurrido durante trece d铆as consecutivos al Senado para contestar los cargos.

En un momento, De la Torre abandon贸 su banca y se dirigi贸 hacia la mesa donde estaban sentados los dos ministros. Duhau le dio un empuj贸n que lo hizo caer de espaldas. Bordabehere se dirigi贸 hacia el sitio donde se hallaba su compa帽ero de banca. En ese momento de confusi贸n, detr谩s de Bordabehere apareci贸 el excomisario Ram贸n Vald茅s Cora 鈥晆n 芦mat贸n a sueldo禄, como lo describi贸 por aquella 茅poca el diario Cr铆tica鈥 rev贸lver en mano, disparando dos proyectiles en la espalda de Bordabehere quien se dio vuelta para recibir otro impacto en el pecho.

Tendido en el suelo, Bordabehere fue recogido por varios legisladores y conducido a una sala adyacente para posteriormente ser trasladado al hospital Ramos Mej铆a, mientras era atendido por el m茅dico de guardia doctor Wybert y varios ayudantes. La asistencia no tendr铆a mucho efecto y falleci贸 a las 17:10.

Una hora despu茅s los senadores volver铆an a reunirse en recinto y le tributar铆an la despedida al hombre de 44 a帽os que hab铆a nacido en Montevideo en 1889, se hab铆a educado en Rosario y consideraba a Lisandro de la Torre como su maestro pol铆tico. Como contrapartida, o como dato sugestivo, esa misma noche el presidente Agust铆n Justo asistir铆a a una funci贸n de gala en el Teatro Col贸n acompa帽ado por su esposa.

El mi茅rcoles 24 de julio en la estaci贸n de trenes de Retiro se realizar谩 un acto p煤blico para despedir al senador muerto, previo al traslado de sus restos a Rosario. All铆 hablaron Lisandro de la Torre y Alfredo Palacios. Se habl贸 del asesinato de un legislador y de la presencia del hampa en una de las m谩ximas instituciones de la Rep煤blica. El p煤blico se enardeci贸 y alguien propuso salir a la calle a protestar pero la polic铆a disolvi贸 la manifestaci贸n.

El viernes 26 de julio, en la ciudad de Rosario, m谩s de setenta mil personas acompa帽ar谩n los restos de Bordabehere al cementerio. All铆 hablar谩n Luciano Molinas, Mario Bravo y Agust铆n Rodr铆guez Araya.

Lisandro de la Torre no estaba presente porque a esa hora, se bat铆a a duelo con Federico Pinedo, abuelo del actual diputado, en El Palomar. Los padrinos de Pinedo eran todo un testimonio. Uno se llamaba Robustiano Patr贸n Costas, un cl谩sico exponente del r茅gimen olig谩rquico liberal; el otro era Manuel Fresco, fascista confeso y uno de los promotores m谩s convencidos de los beneficios del fraude electoral calificado por ellos mismos como 鈥減atri贸tico鈥.

Como se ha divulgarlo a trav茅s de investigaciones, relatos, pel铆culas y obras de teatro, el asesinato de Bordabehere se produjo cuando en la C谩mara de Senadores se debat铆a lo que se conoce como el 鈥渘egociado de las carnes鈥.

En septiembre de 1934 se hab铆a constituido una comisi贸n investigadora integrada por los senadores Laureano Landaburu y Carlos Surrey -por la mayor铆a conservadora- y Lisandro de la Torre, por la minor铆a. Importa destacar que la constituci贸n de esa comisi贸n fue aprobada por unanimidad. Su tarea consist铆a en investigar irregularidades administrativas e impositivas que pudieran haber cometido los frigor铆ficos ingleses en el marco de las nuevas condiciones de comercializaci贸n creadas por el pacto Roca-Runcimann firmado en 1933.

La comisi贸n trabaj贸 a pleno y se demostr贸 que hab铆a evasi贸n impositiva, fraude fiscal y operaciones delictivas consistentes en el ocultamiento de informes contables y el traslado de planillas comprometedoras en cajas de rost beef.

Cuando se descubri贸 que la empresa Anglo ocultaba sus libros contables en el vapor Norman Star, el esc谩ndalo adquiri贸 proporciones may煤sculas. Como consecuencia de esas intervenciones, Richard Tootell, gerente del frigor铆fico Anglo, ser谩 detenido por desacato. La investigaci贸n oficial, mientras tanto, compromete a los frigor铆ficos La Blanca, Compa帽铆a Sansinena de Carnes Congeladas, Armour, Wilson y Swift. 鈥淩obo frigor铆fico organizado que se cumple con la acci贸n extorsiva de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que a veces lo deja hacer y otras lo protege directamente鈥, dir谩 Lisandro de la Torre en aquellas jornadas.

Hasta la primera semana de julio la comisi贸n investigadora parece actuar en com煤n acuerdo. Los problemas internos se presentar谩n a partir del 11 de julio de 1935, cuando los informantes empezaron a dar a conocer sus conclusiones en la C谩mara. Luis Duhau, ministro de Agricultura, y Federico Pinedo, ministro de Hacienda, se hicieron presentes en la C谩mara para ser interpelados. Las palabras de Lisandro de la Torre sonar谩n cada vez m谩s fuertes.

Tambi茅n eran fuertes las imputaciones que le hac铆an los conservadores. Mientras el legislador santafesino denuncia la corrupci贸n econ贸mica e imputa esa corrupci贸n a un sistema pol铆tico fraudulento y conservador, sus oponentes le reprochan el apoyo a Uriburu en 1930, los beneficios obtenidos por su partido en la provincia de Santa Fe gracias a ese apoyo y la participaci贸n de funcionarios demoprogresistas en el r茅gimen fascista, uno de cuyos exponentes era Ibarguren, designado interventor de la provincia de C贸rdoba.

La 煤ltima sesi贸n, la del 23 de julio, fue la m谩s violenta. Las agresiones circulan de ida y vuelta. Las palabras de Pinedo y Duhau -pero sobre todo de Pinedo- eran agraviantes. De la Torre no se quedaba atr谩s. Era incisivo, r谩pido y mordaz para las respuestas y, adem谩s, sab铆a ofender. Los ataques descendieron al terreno personal. Todos los legisladores se preguntar谩n en el futuro c贸mo se hab铆a podido llegar a una situaci贸n as铆.

Los m谩s conocedores de la vida parlamentaria aseguraban que si Julio Roca hubiera dirigido el debate, el desenlace tr谩gico no se habr铆a producido porque, seguramente, atendiendo al cariz que tomaban los acontecimientos, se habr铆an suspendido las sesiones, que era lo que correspond铆a hacer.

Las escenas que precipitaron el crimen son conocidas. Lisandro de la Torre se acerc贸 a Pinedo, tal vez para insultarlo o algo m谩s. Se interpuso Duhau y lo empuj贸. De la Torre cay贸 al suelo. En ese momento, Bordabehere salt贸 de su banca y se acerc贸. Los conservadores dir谩n que estaba armado; algo parecido asegurar谩 el diario Libertad de los socialistas independientes cuya m谩xima figura era, justamente, Pinedo. 脡sa ser谩 la excusa del asesino Valdez Cora.

No hab铆a pruebas ni testimonios que verificaran esa imputaci贸n. Bordabehere era joven, robusto, fuerte, pero no era hombre de armas llevar. S铆 lo era Valdez Cora. No deja de ser bochornoso que los conservadores le imputaran la responsabilidad de lo sucedido al muerto e incluso se dedicaran a escarbar en su vida personal para probar su hip贸tesis.

La tragedia fue llevada al cine. En el momento en que Bordabehere se acerc贸 para auxiliar a De la Torre, el se帽or Valdez Cora desenfund贸 su rev贸lver y dispar贸. Dos tiros dieron en la espalda del senador santafesino. 脡ste alcanzar谩 a darse vuelta y el tercer disparo le pegar谩 de frente. Un cuarto disparo hiri贸 en la mano a Luis Duhau. Y 茅sa ser谩 su coartada para probar que 茅l no orden贸 matar. El otro herido fue el senador Rafael Mancini.

La confusi贸n en la sala era absoluta. Los hombres gritaban, se empujaban, algunos corr铆an para asistir a los heridos. Valdez Cora aprovech贸 la situaci贸n para escapar. Se refugiar谩 en la sala de taqu铆grafos y ser谩 detenido por Alfredo Palacios. Desde un primer momento el asesino dir谩 que actu贸 por cuenta propia. Que hab铆a visto a Bordabehere avanzar armado hacia el ministro Duhau, y que dispar贸 para protegerlo.

Valdez Cora, adem谩s de mat贸n y coimero, era un protegido por el orden conservador. Su condici贸n de hombre de confianza del r茅gimen le hab铆a permitido asistir al debate desde un lugar privilegiado. Despu茅s se sabr谩 que frecuentaba la casa de Duhau, una amistad que el propio Duhau nunca desmentir谩. La hip贸tesis de que Valdez Cora cumpli贸 la orden de asesinar a Bordabehere no es sostenible. Los conservadores no eran angelitos, pero tampoco eran criminales, por lo menos en ese nivel. Personajes como Valdez Cora eran a los que ellos recurr铆an para protegerse o para asegurar una mesa electora.

Lisandro de la Torre se expresar谩 con su habitual claridad. 鈥淟as balas estaban dirigidas al coraz贸n del Parlamento argentino; a煤n este Congreso viciado por el fraude y la corrupci贸n, les molesta鈥, puntualizar谩. Cuando se enter贸 de que Valdez Cora hab铆a sido detenido dir谩: 鈥淪e sabe el nombre del matador pero no del asesino鈥. Estaba convencido de que Valdez Cora cumpl铆a 贸rdenes. Estaba convencido y estaba amargado. 鈥淓stoy solo, estoy viejo, estoy cansado鈥 dir谩.

En 1937, el 5 de enero, presentar谩 su renuncia a su cargo de senador. Exactamente dos a帽os despu茅s se suicidar谩. 鈥淐ach谩 el bufoso, vamo a dormir鈥 escribir谩 Disc茅polo, con su filosof铆a agria pero realista.


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