Buenos Aires, 11 de octubre de 2022. La designación, sin embargo, causó alarma. Desde el canal La Nación +, el periodista Carlos Pagni -insospechado de kirchnerista- avisó que Roberto Requejo, tal el nombre del flamante Juez, era apadrinado por Daniel Angelici, que se hizo famoso como operador judicial en las sombras del macrismo. El dato podría ser anecdótico porque la amistad no es indicio de nada. Pero Pagni lo enhebró con las sospechas de fraude en las recientes y anteriores elecciones italianas, en las que los hombres de Angelici parecen haber hecho maniobras “non sanctas”, como fraguar votos para favorecer candidatos propios a integrar el Poder Legislativo peninsular. 

Es cierto que tener un juez amigo sirve para muchas cosas. Por ejemplo, encontrar la forma de comprobar el cumplimiento de la exigencia de radicación en el distrito de un candidato. Tema complejo en algún caso si, simultáneamente, se ejerce como intendente en un municipio bonaerense. Es la situación de Jorge Macri, primo de Mauricio y actual Ministro de Gobierno de Larreta, en uso de licencia como titular de la Municipalidad de Vicente López, que no oculta sus deseos de suceder a Horacio Rodríguez Larreta al frente de la Ciudad.

¿Pagni dice que Larreta quiere hacer fraude en las elecciones porteñas? De ninguna manera. Pero deja abierta la sospecha de que se pueden interpretar las normas en beneficio de los intereses del macrismo. Cierto que convalidar cualquier enjuague puede ser complicado a la vista de toda la ciudadanía, máxime en un año político y con todas los partidos observando. 

Pero Larreta cuenta con una ventaja considerable sobre sus adversarios. El compromiso solidario de los grandes medios de comunicación con su proyecto político, aceitado con una generosa pauta publicitaria. Así serán pocas las voces que alerten de maniobras que, a la sombra, no habrán de perturbar a la mayoría de los electores. En el conflicto con la comunidad educativa, quedó en evidencia que el gobierno porteña privilegia presupuestariamente la publicidad oficial antes que la alimentación de los estudiantes o el mantenimiento de los edificios escolares.

¿Por qué Pagni alza la voz con este tema y lo hace desde la “tribuna de doctrina” que, dicen, es ahora propiedad del mismísimo Mauricio Macri? No es un secreto que hay una disputa por el liderazgo en el PRO. Tampoco que el uso de la información (cuanto más secreta y comprometedora, mejor) es una herramienta extorsiva de uso frecuente. Eso explica el gran entusiasmo con el que se organizó desde los diferentes ámbitos estatales el espionaje ilegal de propios y ajenos, aunque Pagni pretenda que hubo en eso una suerte de continuidad con el kirchnerismo. Con su comentario, le avisa a Larreta que no será gratis su pretensión de autonomía respecto del hombre que lo hizo Jefe de Gobierno.

Para hacer operaciones políticas hay mucho espionaje. Lo que no se investiga o se hace mal adrede, es cómo desarmar las tramas del crimen organizado. La mayoría de las causas graves en nuestro país terminan con la condena de pobres diablos que ocuparon un lugar secundario en la conspiración criminal o fueron imputados injustamente. Muchos temen que así termine la investigación judicial del intento de asesinato de la Vicepresidenta de la República. Sería otra señal de podredumbre de un régimen que sólo perpetúa la injusticia.

Lic. Gerardo Codina

     

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