Sociedad | Hospital de Clínicas

El ajuste sin fin

La prórroga del presupuesto nacional vigente el año pasado, combinada con una brutal aceleración inflacionaria, desfinanció a todas las actividades del Estado, entre ellas, las Universidades. Así, uno de los mejores hospitales públicos, el Hospital de Clínicas José de San Martín, hospital-escuela dependiente de la Universidad de Buenos Aires, ve en riesgo su funcionamiento.
Buenos Aires, 14 de mayo de 2024. La motosierra de Milei puso en peligro a una de las instituciones más prestigiosas del país. Pocos días antes de la gran marcha en defensa de las universidades públicas nacionales realizada el 23 de abril, se había realizado un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas, en riesgo de cerrar sus puertas. Se reclamaban fondos para sostener su actividad, obstaculizada por la carencia de recursos para adquirir los medicamentos e insumos necesarios para la atención de los pacientes y pagar los servicios que se consumen a diario. 

La protesta surtió efecto. Un día antes de la marcha se recibieron fondos -$11.812 millones- para solventar la actividad de los seis hospitales dependientes de la UBA un tiempo más, entre ellos el Hospital de Clínicas, aunque sigue pendiente la cuestión porque agotadas las partidas previstas por la ley de presupuesto del año pasado, cada nuevo gasto debe ser autorizado por el Jefe de Gabinete Posse. 

Pero esa suma recibida a fines de abril apenas sirve para cubrir el primer trimestre del año y equivale al monto de todo lo gastado el año pasado para los seis hospitales que dependen de tres facultades de la UBA: Ciencias Médicas (Instituto de Oncología Ángel Roffo, Hospital de Clínicas, Instituto de Tisioneumonología Raúl Vaccarezza e Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari), Odontología (Hospital Odontológico Universitario) y Ciencias Veterinarias (Hospital Escuela de Ciencias Veterinarias).

Las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) habían solicitado al Gobierno que amplíe el presupuesto para sus seis hospitales en poco más de $42.000 millones, de acuerdo con el texto de la nota presentada a principios del mes pasado; suma que alcanzaría para cubrir los gastos del año. Sin embargo, hasta el momento no hay una respuesta formal al pedido, más allá del giro parcial realizado el 22 de abril. 

Haciendo cuentas

El presupuesto del Hospital de Clínicas el año pasado fue de $5600 millones, con el siguiente desglose: el 75% se destina a comprar medicamentos, descartables y suturas, mientras que un 10% se asigna al pago de abonos (seguridad, mantenimiento de ascensores, limpieza y retiro de residuos patogénicos, honorarios de anestesiólogos prestadores, entre otros) y un 5% al mantenimiento de equipos en los diferentes servicios. El 10% restante, según indicaron, lo asignan a otros gastos corrientes. Los salarios corren por otra partida, cuya negociación también está paralizada por la negativa del gobierno nacional de avanzar con la paritaria docente universitaria.

Con el presupuesto del año pasado, se habían reducido un 30% las cirugías dentro de la capacidad habitual y se priorizaron las urgencias. Un dato a tener en cuenta es que con el feroz incremento de las cuotas de las empresas de medicina prepaga, son muchos más ahora los que requieren los servicios de excelencia del Clínicas.

Se estima que, al año, la institución recibe las consultas de 365 mil personas y realiza 9 mil intervenciones quirúrgicas. Todos los días, entre profesionales, administrativos, pacientes y familiares, 10 mil personas caminan sus pasillos e ingresan a sus salas. Se trata del mejor hospital público nacional y uno de los mejores de Latinoamérica, de acuerdo al ranking confeccionado por Hospirank. En él trabajan más de 3.200 empleados, la mayoría con salarios por debajo de la línea de pobreza.

En sus casi cuarenta aulas cursan por año 1500 alumnos de las ciencias de la salud en treinta cátedras de Ciencias Médicas y cinco de Farmacia y Bioquímica. Como institución pública expresa el compromiso académico de la docencia superior, la investigación y la responsabilidad social de la extensión universitaria en beneficio de toda la comunidad. 

Como hospital universitario, cumple con las tres funciones de estos centros: Docencia, Asistencia e Investigación. Cuenta con Residencias (Posgrados) en 36 especialidades. El número total de residentes es de 396. Ingresan por año 118 residentes a través de un riguroso concurso. También recibe becarios de países latinoamericanos, en especial de Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Uruguay y Paraguay y completan parte de su formación de grado alumnos europeos, en especial de Alemania, Francia, España e Italia.

La historia

Los orígenes del actual Hospital de Clínicas se remontan al año 1877, cuando comenzó su construcción, en lo que hoy es la Plaza Houssay. La atención a la comunidad comenzó poco después del conflicto por la federalización de Buenos Aires en 1880, momento en que la urbe dejaba de ser una gran aldea y se desarrollaba para ser la capital de Argentina.

Importantes hazañas de la medicina tuvieron lugar en los pabellones del Hospital de Clínicas: la primera aplicación de la insulina, el primer cateterismo cardíaco, las primeras residencias médicas, el primer Comité de Ética, la cirugía experimental, las primeras punciones de riñón y las primeras toracotomías, entre otras. También la primera operación filmada de la historia de la medicina mundial ocurrió en este hospital. Fue en 1899 y estuvo a cargo del joven médico argentino Alejandro Posadas. La película dura siete minutos y se halló en 1971, cuando el antiguo edificio se preparaba para la demolición. 

Toda esta trayectoria y presente valiosos están puestos en riesgo por una gestión que sólo entiende de un ajuste sin fin, sin reparar en los daños que causa.

                                                                                                             Lic. Gerardo Codina  


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