Comunales | San Expedito

20 años en Balvanera

El viernes pasado se recordó a San Expedito en Nuestra Señora de Balvanera, el templo que lo cobija desde hace 20 años, con una multitud que colmó las adyacencias de la parroquia que dió origen a nuestro barrio. Hubo misas a cada hora, bendiciones, procesión con la imagen del santo y misa presidida por Mons. García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires. García Cuerva expresó en su homilía “Queremos una Argentina fraterna, unida, que salga adelante, que se termine la crisis”.
Buenos Aires, 23 de abril de 2024. La celebración de los 20 años en el santuario de Balvanera  de San Expedito, convocó a una fiesta grande celebrada en las calles. "Gracias, san Expedito, por escuchar nuestras causas justas y urgentes”, fue el lema de las celebraciones por el aniversario de la instalación de la imagen del santo en el santuario.

Las celebraciones centrales comenzaron a la hora cero del 19 de abril con una misa. Ese día, el templo permaneció abierto las 24 horas. Durante toda la jornada, hubo bendiciones y sacerdotes confesando. También se celebró la Eucaristía a cada hora.

García Cuerva en los festejos

Durante la jornada hubo misas, procesión de fieles, una peregrinación por el barrio y una misa central a cargo del Arzobispo de Buenos Aires monseñor Jorge García Cuerva. “Cada uno tiene sus pedidos, cada uno hoy viene, como esos leprosos, con un gran clamor y le dice, por favor, a Jesús a través de San Expedito, ten compasión de nosotros. Ayudanos, Señor, por favor”, pidió García Cuerva en la homilía.

Tras destacar que no solamente se viene a pedir, sino que se vuelve a agradecer, expresó: “Cada uno le viene a dar gracias también, porque sabemos que por más que estamos llenos de dificultades, queremos tener, igual que ese leproso, un corazón agradecido. Queremos ver la parte del vaso llena en la vida, no solamente lo negativo”.

“No queremos ser profetas de calamidades, que se la pasan todo el día hablando de lo que está mal, de lo que está difícil, de la inflación, de lo que valen los productos en el chino, del remedio que no pude comprar, de mi suegra, no basta”, exclamó y animó a saber decir “gracias” porque, aseguró, la persona agradecida es alegre.

“No queremos perder la esperanza. Cada uno de nosotros está haciendo un esfuerzo gigante. Háganlo todos, muchachos, por favor. No se aumenten los sueldos, hagámoslo todos”, pidió en medio de aplausos y completó: “Perdónenme, perdónenme, pero realmente uno ve que cada uno le viene poniendo el lomo. Los abuelos eligen a veces entre comer algo menos para comprarse el remedio. Los papás con los útiles escolares, los que están buscando más laburo, algunos que eligen el día para comer. Dale, hagámoslo todos el esfuerzo, hagámoslo todos”.

El arzobispo porteño sostuvo: “No queremos perder la esperanza, queremos sacar a nuestro país adelante y esa diría que es la causa más justa y más urgente”. 
Ante la imagen del santo, monseñor García Cuerva pidió por las causas justas y urgentes de cada uno y, de manera especial, por la causa justa y urgente de todo el pueblo argentino: “San Expedito, tené compasión de nosotros. Tenemos muchos pedidos en el corazón, pero tenemos uno especial que es de todos juntos”.

“Queremos una Argentina fraterna, unida, que salga adelante, que se termine la crisis. Pero ayudanos, que todos tomen conciencia y que el esfuerzo lo hagamos todos. Por favor”, suplicó en el final.

La historia de la imagen

En enero de 2004, un sacerdote de la parroquia encontró una imagen del santo, llena de polvo y como escondida, detrás del altar mayor del templo. Tras ser restaurada, el 19 de marzo fue expuesta a la veneración del pueblo de Dios.

Desde ese momento, San Expedito se encarga de llenar de bendiciones y gracias a quienes peregrinan a diario al santuario, para pedir su intercesión y agradecer. 

El santo

San Expedito es el patrono de las causas urgentes y también se lo considera patrono de los jóvenes, socorro de los estudiantes, mediador en procesos y juicios, y protector de la familia y de los enfermos.

Según una leyenda popular, provenía de una familia patricia romana, siguió la carrera militar y llegó a ser comandante de las legiones; y, si bien gozaba de los privilegios de las clases superiores, en su corazón se encendía la llama de la fe cristiana a medida que iba conociendo la prédica y el testimonio de los primeros evangelizadores.

Luego de una batalla, decidió convertirse; pero, según la leyenda, ante su inminente decisión, se le apareció un cuervo que trató de persuadirlo al grito de "Cras", que significa "mañana" en latín. Al instante, Expedito reaccionó respondiendo: "Hodie", cuyo significado es "hoy", y agregó: "No lo dejaré para mañana, hoy seré cristiano", y acto seguido pisoteó al cuervo, manteniendo inquebrantable su opción por la fe.

La narración dice también que, en el año 303, junto con otros soldados conversos, murió mártir en la persecución del emperador Diocleciano.


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