Comunales | Balvanera

Las puertas de la ciudad

Si Buenos Aires hubiera sido una vieja ciudad amurallada, hacia el oeste una de sus puertas contemplaría sin asombros el viejo arrabal que se fue amontonando en torno de la Iglesia de Balvanera. Una pulpería situada antes del cruce de un arroyo, unos corrales donde se juntaban las carretas y sus bueyes que llegaban desde la cordillera o el norte, y una parroquia que asomaba sus torres sobre el horizonte, fueron vertebradores de un espacio que comenzó a formarse con el afincamiento del español Antonio González Uría en 1778, a quien luego hereda su sobrino Antonio González Varela, apodado “el Miserere”.
Buenos Aires, 12 de abril de 2022. Aquella porción de pampa aledaña a la primitiva aldea que era entonces Buenos Aires, conformaba a fines del siglo XVIII un inmenso campo sin cultivar que se utilizaba para el pastoreo, y donde desde 1771 por disposición del Cabildo, en lo que en ese entonces se consideraba la periferia urbana, se establecieron mataderos de animales para el abasto de la ciudad. En el predio que hoy ocupa la Plaza Once, se ubicaban los Corrales donde se concentraban las carretas provenientes del interior y el mercadeo de productos de campo.

En 1775 esos “Corrales del Oeste” (como se los llamaba), formados espontáneamente, serían ordenados por cuenta del Cabildo de la ciudad que los denomina “Corrales del Medio” o “del Centro”. En aquella época, las calles sin adoquinados de la que pasaría a ser capital del nuevo Virreinato al año siguiente, eran destrozadas por el paso de las carretas con sus enormes ruedas y sus tropas de bueyes como arrastre. Por eso se les impedía que ingresaran a la planta urbana y se las obligaba a transferir sus cargas a mulas en las afueras. Así, estos “corrales” eran como enormes playas de estacionamiento de las caravanas de carretas que llegaban desde el interior del país. 

Con el paso del tiempo, 189 años atrás --muchos en un país de apenas 212 de vida independiente-- se consolidó el núcleo del nuevo barrio, y el 1 de abril de 1833 el santuario de Nuestra Señora de Valvanera fue elevado a la condición de Parroquia Nuestra Señora de Balvanera por el entonces Vicario Apostólico. El Obispo también determinó los límites de su territorio, enmarcándolo entre las actuales calles Santa Fe, Ayacucho, Sarandí hasta el Riachuelo, Boedo y Medrano. Mucha pampa abierta al sur. 

En 1842 y a petición de un grupo de vecinos, se la consagró con el nombre de Iglesia “Nuestra Señora de Balvanera de la Encarnación”,  en homenaje a la difunta esposa del gobernador Juan Manuel de Rosas. La creación de la Parroquia de Balvanera reconocía la importancia que iba cobrando la zona en aquellos tiempos en los que se consolidaba el poder de Rosas sobre la provincia y su capital. Este hecho es tomado por los historiadores como el acto fundacional del barrio, pues a partir de entonces lo que era sólo el nombre de una pequeña capilla, se transformó en la denominación de una zona de la ciudad y en 2001 fue considerado por la Legislatura porteña al establecer el día del barrio de Balvanera cada 1º de abril.
 
                                                                                                                    Norberto Alonso


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