Comunales | Estación Rodolfo Walsh

Arte y memoria contra el negacionismo

A 45 años de su secuestro y desaparición, se inauguró un mural luego de un caso de vandalismo promovido por militantes de ultra derecha que tildaron al periodista y escritor de “asesino”. El debate llegó a la Legislatura porteña.
Buenos Aires, 12 de abril de 2022. Como síntoma del clima negacionista de época, en pleno Día de la Memoria un grupo de militantes vandalizó la estación “Entre Ríos-Rodolfo Walsh” de la Línea E de subtes del barrio de San Cristóbal (San Juan y Entre Ríos) con afiches que tildaban al periodista y escritor de “asesino”. En respuesta, movimientos sindicales inauguraron un mural a 45 años de su desaparición y hubo un repudio por parte de agrupaciones territoriales y legisladores porteños mediante actos y declaraciones públicas.

La estación, que lleva el nombre de Walsh mediante la Ley porteña N° 4.504 votada en 2013 fruto de una campaña de fuerzas vivas, se volvió un territorio de disputa político de distintas expresiones de derecha, que hablan de “Memoria completa” y contra el “terrorismo guerrillero”, una actualización de la teoría de los dos demonios. 

Con estas ideas se hicieron presentes miembros de Jóvenes Republicanos -ligados a Patricia Bullrich y autores de las bolsas mortuorias frente a Casa Rosada en 2021- el jueves 24 de marzo cerca de las ocho de la mañana. En el andén y los pasillos colocaron afiches de gran dimensión con la leyenda: “En esta estación hay un asesino”.

Con información del libro “Masacre en el comedor” del periodista Ceferino Reato, los militantes acusan a Walsh de diseñar el plan para detonar una bomba en el Cuartel Central de la Policía Federal, ocurrido el 2 de julio de 1976 por el cual hubo 23 muertos y 110 heridos. Más allá del señalamiento, en la Justicia no hay una investigación concluyente. El hecho se divulgó en redes sociales y generó gran repercusión. Desde los sectores de derecha, libertarios y refutadores del terrorismo de Estado se festejó. Organismos de derechos humanos y agrupaciones sociales y políticas condenaron lo ocurrido.

Al día siguiente y como estaba planificado previo al hecho, en el aniversario número 45 del secuestro y desaparición de Walsh durante la difusión de su célebre “Carta de un escritor a la Junta Militar”, en la esquina de la estación se inauguró un mural del grupo Almas en el viento durante una actividad organizada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP).

Lo central del acto fue recordar a Walsh, quien “luchó (contra el terrorismo de Estado) y entregó el patrimonio más grande que tiene una persona que es su vida”, según lo recordó Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación, dependencia que descubrió una placa conmemorativa con una cita de la Carta. Además, estuvo presente Fiorella Mettetieri, nieta del escritor: “Hoy y siempre honrar la memoria de las personas que lucharon por un país más justo, que denunciaron las violaciones a los derechos humanos”. 

Luego, como tantos otros, Roberto “Beto” Pianelli se refirió al hecho vandálico: “Lo que intentan es robar la memoria. Es parte de la pelea cultural”. Asimismo, Pietragalla Corti analizó que, si bien fue obra de una agrupación juvenil, obedece a una línea histórica reaccionaria que desacredita la lucha del campo popular.

La respuesta ciudadana no quedó ahí y al lunes siguiente, 28 de marzo, organizaciones de la Comuna 3 (Balvanera y San Cristóbal) celebraron un masivo acto de desagravio en la esquina de San Juan y Entre Ríos. El mismo fue convocado por el Observatorio de Derechos Humanos Comuna 3, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz y Frente de Todos Comuna 3, quienes manifestaron: “Los crímenes de lesa humanidad ya fueron probados ante el Poder Judicial a lo largo y ancho del país; lo que se precisa ahora es una respuesta contundente por parte de la justicia para quienes, ya sea de palabra o con hechos, lleven a cabo actos negacionistas”.

Además, el bloque del FdT en la Legislatura porteña presentó un proyecto de Declaración: “La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su más contundente repudio al ataque perpetrado contra la memoria de Rodolfo Walsh y el patrimonio público comprometido para la política de Memoria, Verdad y Justicia por el secuestro del periodista, escritor y militante y los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos”.

En paralelo, el bloque libertario La Libertad Avanza (LA) presentó un proyecto de Ley para quitar el nombre “Rodolfo Walsh” de la estación. En la sesión especial por el 24 de marzo rechazaron una declaración unánime por la Memoria y hablaron de “memoria completa”.
El proyecto retoma parte de lo publicado por Reato y la abogada Victoria Villarruel, diputada de LA, defensora de represores de la última dictadura militar. Además, afirma que la consigna “Memoria, Verdad y Justicia” no ha “contribuido a esclarecer determinados acontecimientos de nuestra historia reciente, sino que han facilitado su falseamiento”.

Este clima negacionista está en las bancas de la Legislatura y en las calles. Lo saben las organizaciones territoriales de la Comuna 3, que denuncian “la seguidilla de atentados sufridos en los locales donde las militancias políticas y social desarrollan sus actividades”. “No contribuyen a una convivencia democrática”, enfatizan. Desde 2020 se registran daños a locales partidarios, centros culturales, placas y murales que recuerdan a las víctimas del terrorismo de Estado en la zona del Abasto y alrededores.

Recientemente dañaron los frentes de Roseti, Esquina Rebelde (Gallo y Tucumán), Espacio Mayos, Amarama Patio Cultural, Movemos (en el radio de Bustamante y Humahuaca), Universidad Popular de Barrios de Pie (Anchorena y Sarmiento), los Pañuelos Blancos de Plaza Almagro (Bulnes y Perón). 

Juan Castro


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