Comunales | Hombre de Balvanera

Discepolín

El 27 de marzo de 1901 nacía en el barrio porteño de Balvanera Enrique Santos Discépolo, barrio en el que también habría de morir cincuenta años más tarde, el 23 de diciembre de 1951. Prolífico autor y compositor de piezas fundamentales del repertorio tanguero, quedó popularmente inmortalizado por el apodo de “Discepolín”, cuyo origen algunos adjudican que fue para diferenciarlo de su hermano trece años mayor, Armando Discépolo, conocido dramaturgo de la época y que lo inició en su vida artística y otros aseguran que fue debido a su esmirriada y menuda figura. Un pasaje que une las avenidas Corrientes y Callao lleva su nombre.
Buenos Aires, 28 de marzo de 2023. Enrique Santos Discépolo (Buenos Aires, 27 de marzo de 1901 - Buenos Aires, 23 de diciembre de 1951) fue un compositor, músico, dramaturgo y cineasta argentino. Discépolo o Discepolín es recordado especialmente por componer varios de los llamados "tangos fundamentales"​ o "tangos de oro",​ entre los que destacan Yira, yira (1929), Cambalache (1934), Uno (1943), y Cafetín de Buenos Aires (1948), Con esas recordadas canciones cristalizó la vena lírica del escritor​ y le brindaron un gran prestigio que se perpetúa hasta ahora.

La actividad artística le corría por la sangre, no solo por la decisiva influencia de su hermano, sino también por la de su padre Santos, un inmigrante napolitano que llegó a ser un destacado director de orquesta, y la de su madre -una criolla hija de genoveses- de nombre Luisa de Lucchi, mujer ligada a la música cual fiel acompañante de su esposo, matrimonio del que nacieron otros tres hijos, todos en Buenos Aires.

Tras fallecer sus padres, su hermano Armando Discépolo, 13 años mayor, se convirtió en su maestro y le descubrió la vocación por el teatro. Con él dio sus primeros pasos como actor en 1917. En 1918 escribió sus primeras obras de teatro: El señor cura, El hombre solo y Día feriado. En 1923 actuó en la obra Mateo, escrita por su hermano. Prosiguió escribiendo para el género teatral y al mismo tiempo, en 1925, compuso la música del tango Bizcochito y la letra y la música de Que vachaché.

En 1928 compuso el tango Esta noche me emborracho, popularizado por Azucena Maizani. Más tarde, entre 1928 y 1929, escribió Chorra, Malevaje, Soy un arlequín y Yira, yira, entre otros. Mientras tanto, continuaba actuando con éxito en los teatros de Montevideo y Buenos Aires.

Entre 1931 y 1934 escribió varias obras musicales, entre ellas, Wunderbar y Tres esperanzas. En 1935 viajó a Europa y a su regreso se vinculó al mundo del cine como actor, guionista y director. Simultáneamente escribió y compuso sus tangos más notables Cambalache (1934), Desencanto (1937), Alma de bandoneón (1935), Uno (con música de Mariano Mores, 1943) y Canción desesperada (1944).

A partir de 1943 en el marco de una campaña iniciada por el gobierno militar que obligó a suprimir el lenguaje lunfardo, como así también cualquier referencia a la embriaguez, la prostitución y el proxenetismo o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o negativas para el idioma o para el país incluyó al tango Uno dentro de los censurados para su difusión radiofónica.

Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional del general Perón y en 1949 directivos de Sadaic le solicitaron al administrador de Correos y Telecomunicaciones en una entrevista que se las anularan, pero sin resultado. Obtuvieron entonces una audiencia con Perón, que se realizó el 25 de marzo de 1949, y el presidente –que afirmó que ignoraba la existencia de esas directivas– las dejó sin efecto y Uno, al igual que otros muchos tangos, pudo volver a la radio.

En 1947, después de una gira por México y Cuba, compuso Cafetín de Buenos Aires (1948). Durante los siguientes años continuó produciendo películas, obras teatrales y tangos, algunos de los cuales fueron estrenados después de su muerte.

De entre las obras teatrales y cinematográficas de su autoría se destacan los filmes “Y mañana serán hombres” y -de manera muy especial- “El Hincha”, que estrena el 13 de abril de 1951 y es su última película como actor portagonista, dirigida por Manuel Romero. En ella que queda inmortalizada su frase célebre en la que describe lo que es un hincha de fútbol, que nos muestra a los argentinos tal cual somos ante nuestra pasión futbolera: la interpretación que hace Discepolín como personaje central es memorable, cuando no, antológica.

De ideología peronista, dice Enrique Pichon-Rivière que las dudas que tenía Discépolo sobre el peronismo se incrementaron entre 1950 y 1951 y que “sufría un fuerte conflicto de ambivalencia frente al peronismo, que sentía en su aspecto popular pero rechazaba en algunas de sus acciones”. Desde los estudios de la radio, identificó con el apodo de "Mordisquito" a los que consideraba "carneros" de la oligarquía o cipayos, combatiéndolos activamente.

Este último aspecto le valió hacerse de muchos enemigos, lo que lo llevó a un hondo estado depresivo que desencadenó su muerte por un accidente cerebro vascular, la que acaeciera el 23 de diciembre de 1951 en la misma ciudad que lo viera nacer.


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