Editorial | La otra mitad de los porteños

Campaña en tres tiempos

La política porteña se desenvuelve sin mayores sobresaltos. El macrismo está convencido de su carácter de fuerza mayoritaria en el distrito, pero no deja recaudo por tomar a los fines de asegurarse que eso funcione así cuando se cuenten los votos. Sumar aliados, inaugurar obras, dar pautas generosas para los medios amigos, nada queda librado al azar. Pero pese a que pintaron de amarillo al estado porteño hace doce años, saben que una mitad de sus habitantes los mira con recelo o desdén. Ahí están las chances de los retadores.
Buenos Aires, 6 de agosto de 2019. Por eso la elección en la Ciudad tendrá una campaña en tres tiempos. Sobre todo para el aspirante a desafiar el intento reeleccionista de Larreta. Lammens primero tendrá que consolidarse entre los votantes del Frente de Todos, algo que por sí solo le alcanza para entrar en el casi inevitable ballotage que tendremos. Es que, acompañado de la mala imagen de Macri, Larreta no lograría superar la barrera del 50% más un voto que debe sobrepasar para ser electo en primera vuelta. Lo ha reconocido en público. Sabe que es muy difícil.

Tal como vienen planteadas las PASO, resultarán en los hechos un ensayo general de la primera vuelta. Entre el 12 de agosto y el 27 de octubre comenzará entonces la segunda etapa de la campaña, la que definirá quiénes irán al ballotage. Ese será el tiempo que tendrá Lammens para ser visualizado como una alternativa real a Larreta. Todo indica que los datos que surjan de las PASO lo colocarán en ese lugar. 

Tendrá un desafío adicional. Sumar lo más posible con vistas a octubre, para asegurar desde aquí un posible triunfo en primera vuelta del Frente de Todos con los Fernández de candidatos. Alcanzar unos 30 puntos entre los porteños sería un aporte sustantivo al triunfo nacional de su sector. 

En la anterior elección a Jefe de Gobierno, con Macri como favorito para las nacionales, Larreta obtuvo en primera vuelta el 44,70% de los votos, seguido por Lousteau con el 25 y Recalde con el 22. Aquellos votos, Lousteau los fue perdiendo por el camino. En 2017, logró solo el 12,68%, mientras que el oficialismo logró superar por poco y con una boleta encabezada por Carrió, el 50%. Después “pasaron cosas”, como la brutal devaluación del 2018, una inflación anualizada próxima al 60% y una extendida recesión con su ola de cierres y despidos por doquier. 

Los votos que sacó Lousteau en aquel momento procuraban diferenciarse del oficialismo, que estaba aún atravesando su mejor momento. ¿Qué le sumará a Larreta ahora? Pronto se sabrá, pero se puede intuir que no demasiado. En el medio, son muchos que se quedaron sin representación política. ¿Lammens podrá interpelarlos? Será su desafío.

Tiene algunos meses para hacerse conocer políticamente y proponer a los porteños otro camino. Más allá de su trayectoria personal o de su novedad en el escenario político, parte de su capital dependerá de que logre instalar una nueva agenda de debate programático, algo que no se escucha en una ciudad demasiado tomada por las cuestiones nacionales. Iniciativas que impliquen soluciones a los problemas que existen, como la propuesta que ya presentó de una Agencia de Ciencia y Tecnología que potencie el entramado productivo porteño.
                             
                                                                                        Lic. Gerardo Codina

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