Porteñas | Edificio del Molino

Muestra sus avances

El edificio recuperado reabrirá sus puertas para mostrar los avances de su restauración el próximo 8 de julio, en la víspera de un nuevo aniversario del Día de la Independencia Nacional. Según informó la Comisión del Molino, se otorgarán 8.000 entradas para los visitantes, las que podrán adquirirse desde el día lunes 4 de julio a las 12, a través de la web oficial http://www.delmolino.gob.ar.
Buenos Aires, 28 de junio de 2022. El mítico Edificio del Molino de Callao y Rivadavia, joya de la arquitectura porteña de principios del siglo XX, abrirá nuevamente sus puertas al público para mostrar los avances de su restauración el próximo 8 de julio en la víspera de su 106° aniversario, pero será con capacidad limitada.

Según informó la Comisión del Molino, se otorgará sólo un cupo de 8.000 visitantes, los que podrán adquirir sus localidades desde el día lunes 4 de julio a las 12, a través de la web oficial www.delmolino.gob.ar. Además de la tradicional recorrida por los salones y la confitería, los visitantes podrán visitar el subsuelo, la cúpula, disfrutar de música en vivo y de exposiciones de objetos históricos.

"Se comenzarán a realizar visitas periódicas al edificio, para que la comunidad pueda ver el avance de un lugar histórico de Buenos Aires que, con el esfuerzo de trabajadoras y trabajadores del Congreso Nacional, pronto volverá a ser ese punto de encuentro para quienes quieran disfrutar de un café y su emblemática pastelería", dijeron. También, desde la Comisión se invita a continuar participando activamente de la recuperación histórica, acercando fotos u objetos que consideren que puedan formar parte del museo de sitio a instalarse en el Molino.

Un edificio que es parte de nuestra historia

Ubicado en la intersección de Avenida Rivadavia y Callao, el edificio posee cinco pisos y una azotea con mirador privilegiado y acceso a la torre con cúpula donde "la idea es que funcione un espacio gastronómico", de los denominados "rooftop bar".

Los tres subsuelos eran ocupados por la confitería que tenía en los sótanos los talleres de producción, los hornos, las máquinas y el depósito; y lo mismo con la planta baja -donde funcionaba el salón de ventas y bar- y el primer piso, donde estaban los tres salones de fiesta. En tanto, las plantas del segundo al quinto piso eran ocupados por departamentos residenciales.

El inmueble terminado en 1916 bajo la dirección del afamado arquitecto italiano Francisco Gianotti (1881-1967), fue expropiado a los descendientes del pastelero Cayetano Brenna en 2014 y transferido al Congreso de la Nación en cuyo interior se creó la Comisión Bicameral encargada de su restauración.



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