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Recorridos ferroviarios en la Comuna 3

El 29 de agosto de 1857 se inauguró la primera red ferroviaria de la Argentina, el Ferrocarril Oeste de Buenos Aires, que unía la estación del Parque situada donde actualmente se encuentra el teatro Colón con Floresta. La locomotora que realizó el primer viaje llegó de Inglaterra el 25 de diciembre de 1856, se la nombró La Porteña y con ella también vinieron sus maquinistas, los hermanos John y Tomas Allan.
Buenos Aires, 7 de setiembre de 2021. La vía partía de la estación Plaza del Parque hacia el oeste, para llegar a la actual esquina de Talcahuano y Lavalle. Seguía derecho por esta última calle pasando por frente del Parque de Artillería (donde hoy se encuentra el Palacio de Justicia) hasta la actual avenida Callao. Allí describía una “S” hacia el suroeste (hoy pasaje Enrique Santos Discépolo) que la llevaba a la actual avenida Corrientes. Una obra de Marino Santa María sobre las fachadas de los edificios del lado este del pasaje peatonal homenajea el paso del tren. 

El ferrocarril seguía derecho por Corrientes hasta Pueyrredón (antes Centroamérica) donde doblaba bruscamente y continuaba hasta Juan Domingo Perón (ex Cangallo), para volver a orientarse hacia el oeste, entrar al Mercado del Oeste (actual plaza Miserere), e ingresar en la estación de madera Once de Septiembre, que se encontraba desde Ecuador al oeste. Luego seguía por un trazado paralelo a la actual Bartolomé Mitre hasta la actual Medrano, que en esa época era el “Camino del límite”, pues indicaba el fin de la ciudad de Buenos Aires: al cruzar dicha calle el tren se encontraba en lo que era el Partido de San José de Flores de la Provincia de Buenos Aires.

Ya en 1873 se consideraba la conveniencia de levantar las vías desde la terminal Plaza del Parque hasta la estación Once de Septiembre debido a que la gran urbanización surgida en ese trayecto hacía peligroso el paso del tren. Un decreto de la municipalidad de abril de 1878 decidió el traslado de la terminal a Once, pero la empresa fue demorando el pedido, a pesar del reclamo de los vecinos, hasta que se concretó el 1º de enero de 1883.

En 1871, durante la epidemia de fiebre amarilla en la ciudad de Buenos Aires, se incorporó un tramo de ferrocarril para funcionar como receptora de ataúdes. Dicho tramo partía desde la estación Bermejo, situada en la esquina sudoeste de la calle homónima (hoy Jean Jaurès) y la avenida Corrientes; y llegaba hasta lo que es hoy el Parque Los Andes, donde había un cementerio que luego se trasladó al actual de la Chacarita. Se lo conocía como “el tren de la muerte” y además del depósito de cadáveres de Bermejo, tenía otros dos situados en las esquinas del sudoeste de Corrientes y Medrano y del sudeste de Corrientes y Scalabrini Ortiz. John Allan, el mencionado primer conductor de la locomotora La Porteña, conducía este tren y falleció víctima de la epidemia a los 36 años.

El Ferrocarril Oeste fue para los porteños una de sus mayores glorias, justificada durante los veintisiete años que perteneció al Estado de Buenos Aires por toda la riqueza que llevó a la ciudad, su eficiencia y sus tarifas más bajas que la de los ferrocarriles administrados por firmas inglesas en el país. Por el endeudamiento argentino y por presión de los capitales ingleses, en 1890 fue vendido finalmente a una empresa de origen inglés.


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