Comunales | Edificio Del Molino

Avanza la restauración

Mientras el equipo de trabajadores especializados del Congreso nacional prosigue las tareas de restauración de los interiores del histórico edificio, la Comisión Administradora del inmueble convocó a una licitación pública para realizar la puesta en valor de la fachada.
Buenos Aires, 15 de enero de 2019. En la página que tienen en Facebook, los restauradores del Edificio del Molino informaron de sus avances. El posteo, publicado el pasado 4 de enero, da cuenta de los nuevos avances. "Nuestro equipo de restauración, en colaboración con los especialistas del taller de vitrales de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina, realizaron el desmontaje de los paños de vitral de la lámpara central de la confitería y de las lámparas de alrededor para poder trabajar en el nuevo cableado e instalación eléctrica." Explican que esa lámpara central, de considerable tamaño, "… está realizada con la técnica de vitral. Está compuesta por doce paños que forman una media esfera de concavidad inferior. Su estructura de sostén está realizada de hierro. Alrededor de la lámpara principal se ubican dieciséis lámparas más pequeñas realizadas en bronce con caireles esféricos de distintos tamaños".

Por su parte, el portal puraciudad informó que la Comisión Bicameral a cargo de la administración del Edificio convocó a una licitación pública para contratar un servicio de evaluación de daños y reparación de la fachada y la estructura del inmueble inaugurado en 1916 y cerrado desde 1997. 

Origen de la Confitería

A mediados del siglo XIX, Constantino Rossi y Cayetano Brenna –destacados pasteleros de origen italiano- se dan a conocer por la calidad de los productos que venden en su Confitería del Centro, inaugurada en 1859 y ubicada en Rivadavia y Rodríguez Peña, a la que, en 1866,  llamarían “Antigua Confitería del Molino”,  en honor al Lorea, el primer molino harinero a vapor de la Ciudad de Buenos Aires.

En 1904, compran la esquina de Rivadavia y Callao. Al año siguiente, trasladan la confitería al nuevo local ubicado frente al Congreso y comienzan a comprar los edificios linderos. En 1911, adquieren el inmueble de Callao 32 y,  en 1917, el de Rivadavia 1815.

Brenna, que ya se había asociado a su yerno Roccatagliata, le encarga, al arquitecto Francesco Gianotti, un edificio que le permita integrar las distintas propiedades que había ido adquiriendo, con el recaudo de hacer la obra sin que fuera necesario interrumpir la atención al público, para lo cual el constructor recurre a piezas premoldeadas de hormigón.

Gianotti, que tenía en Italia un hermano que se dedicaba al comercio de materiales de construcción, hizo traer de Europa puertas, ventanas, mármoles, manijas de bronce, cerámicas, cristalería y más de 150 metros cuadrados de vitrales.

Así, con edificio nuevo, se instala la panadería que se convertiría en legendaria, reinaugurada como "Confitería del Molino", un 9 de julio de 1916. En la planta baja funcionaba el salón ventas y la confitería, mientras que el primer piso albergaba  dos salones de fiestas: Versalles y Gran Molino.



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