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La historia del Malbrán

Desde el inicio de la pandemia por Covid 19 en nuestro país, el gobierno nacional y el de la CABA nos comunican diariamente el trabajo de testeo de coronavirus realizado en el Malbrán. En el Instituto de Bacteriología, actual sede central de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (A.N.L.I.S.), ubicado en Vélez Sarsfield 563, se analizaban en marzo las muestras de casos sospechosos de coronavirus que llegaban de todo el país, y aunque con el paso de los días y el aumento de los casos, los testeos se descentralizaron, el Malbrán quedó instalado entre nosotros.
Buenos Aires, 5 de mayo de 2020. Un poco de historia: la epidemia de fiebre amarilla que se inició en Buenos Aires en 1871 produjo tal número de muertes, que obligó a depositar los cadáveres en terrenos aledaños a la calle Oruro antes de darles sepultura. Tiempo después, el médico Carlos Gregorio Malbrán desde su banca de senador nacional por Catamarca, presentó un proyecto en su Cámara para que en ese lugar se instalaran dos instituciones destinadas a recordar a las víctimas. 

Así nacieron el Hospital Muñiz y el Instituto Bacteriológico Nacional, inaugurado en 1893, cuando se fundó la Oficina Sanitaria Argentina que dependía del Departamento Nacional de Higiene, bajo la presidencia del Dr. José María Ramos Mejía, a quien luego sucedería el Dr. José Penna.

El instituto tuvo tres vertientes: demográfica, química y bacteriológica, quedando esta última a cargo de Malbrán, quien al año siguiente fue enviado a Europa por el gobierno nacional para  estudiar el uso de los sueros contra la tuberculosis y la difteria en los Institutos de Higiene de Múnich y  Berlín, con Robert Koch, y al regresar al país, instruyó al personal para producir el suero antidiftérico, para lo cual contó con instalaciones transitorias en la isla Martín García.

Malbrán y Penna constituyeron una eficaz sociedad destinada a la atención de los enfermos infectocontagiosos. A tal efecto, establecieron el Conservatorio de Vacuna Antivariólica en un edificio situado en la esquina de la avenida Vélez Sarsfield y la calle Brandsen.

A principios del siglo XX las ideas europeas de prevención sanitaria habían prendido en Malbrán, quien impulsó la creación de un instituto que se abocara al problema naciente de los sueros y las vacunas. Así logró que el directorio del Banco Nacional, en ese momento en liquidación, otorgara unos terrenos en el barrio de Barracas, sobre la avenida Vélez Sarsfield a la altura del Camino al puente Victorino de la Plaza, para construir el Instituto de Bacteriología y Conservatorio de Vacunas, que luego anexó los predios vecinos.
 
En 1904 se colocó la piedra fundamental en una superficie de 38.000 m2 y su inauguración se concretó el 10 de julio de 1916. Allí confluyeron médicos, químicos y veterinarios y trabajaron, entre otros, Bernardo Houssay, Ángel Roffo y César Milstein. 

Desde su creación participó en la organización y ejecución de los programas sanitarios nacionales, la producción y control de fármacos biológicos, estudios epidemiológicos y de endemias, así como en el análisis de representantes de la fauna argentina, (insectos,arácnidos y ofidios), posibles causantes de endemias o de ser posibles vectores de enfermedades transmisibles de índole bacteriano, parasitario o viral.  
 

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