Buenos Aires, 17 de marzo de 2020. El sitio especializado enelsubte.com publicó ayer la noticia de que el diputado porteño Sergio Abrevaya presentó un proyecto de ley para que se declare en emergencia por tres años a la línea E y el Premetro. En el mismo se ordena a la empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) a presentar un plan de inversiones para mejorar el servicio. Como es conocido y sufrido a diario por sus miles de usuarios, la línea E es una de las más afectadas por problemas de funcionamiento y por la crisis del asbesto. Para peor, tiene una creciente demanda de usuarios desde que se extendió su recorrido hasta Retiro.

El proyecto es similar al que había presentado el mismo diputado hace dos años atrás, que no fue tratado y perdió estado parlamentario debido al desinterés del oficialismo local, que no ha variado su actitud frente a la problemática del trasporte urbano.

El proyecto ordena a Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) a diseñar un plan de inversiones para la “renovación, mejoramiento y correcto mantenimiento” de la línea E para que, tal como lo establece la ley 4472, se garanticen los “derechos de los usuarios” y la “calidad” del servicio en condiciones de “continuidad, regularidad, igualdad y generalidad”. Esta línea está haciendo frente a una demanda cada vez mayor: el año pasado, tras la inauguración de la extensión a Retiro construída por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández y en el marco de una caída general de pasajeros en toda la red, la línea E incrementó su caudal en casi un 3%. 

El proyecto presentado por Abrevaya también insta a la empresa estatal a elaborar un “proyecto de reconversión, modernización, prolongación y mejora de la infraestructura existente” del Premetro, que no ha recibido ninguna actualización significativa desde su inauguración en 1987. En este caso, las interrupciones del servicio son un hecho casi cotidiano, que le hace perder competitividad al Premetro como medio de traslado preferente en las barriadas del sur porteño.

El sitio enelsubte.com recuerda que "La línea E arrastra desde hace años graves problemas de servicio, en buena medida debido a que la mayor parte de su flota está envejecida y deteriorada. Sin embargo, esta no es la única causa: no han faltado episodios donde se produjeron fallas en la infraestructura, como la caída de catenarias en octubre del año pasado. Además, la E es una de las líneas más afectadas por la crisis del asbesto: excepción hecha del puñado de formaciones Alstom que le fueron transferidas desde la línea D (solo una de ellas con aire acondicionado), todos sus trenes tienen piezas con el material cancerígeno. Entre estos se cuentan los veteranos CAF-GEE, de 55 años de antigüedad, y los Fiat Materfer, cuyas unidades más antiguas tienen 40 años. Se estima que estas últimas serán intervenidas para quitarles las piezas contaminadas, tal como se está haciendo con los Mitsubishi de la línea B."

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