Comunales | Aniversario de Cromañón

“Miramos esta masacre de frente”

Familiares, amigos y sobrevivientes desarrollaron varias actividades conmemorativas al cumplirse el 15º aniversario. Este año se puso énfasis en los familiares muertos y las personas suicidadas tras el incendio en Mitre 3060. En el santuario se inauguró un pórtico para llamarlo “Pasaje de los Pibes de Cromañón”.
Buenos Aires, 7 de enero de 2020. El boliche República de Cromañón, en Mitre y Ecuador, ardió la noche del 30 de diciembre de 2004 y por ello 194 personas murieron. Otras miles viven con secuelas físicas y psicológicas. En estos años, fallecieron 48 padres y madres y se suicidaron 17 individuos; consecuencia tardía de lo ocurrido. 

Los sobrevivientes piden que el local se convierta en un Espacio de Memoria, pero la Justicia lo devolvió a su dueño, luego de cuatro juicios. Fue rechazado en audiencia pública por lo costoso, pero igual se instaló un memorial con un faro de 25 metros de alto en el Parque de la Estación, a cuatro cuadras del lugar de los hechos. En este contexto se conmemoró el aniversario número 15 de la tragedia no natural más importante de Argentina, ocurrida en el corazón de Once. 

Desde temprano, el lunes 30 de diciembre de 2019 se abrió paso para el recuerdo. El clima de fin de año quedó relegado. En redes sociales se alternaban fotos de zapatillas de lona blancas (símbolo de Cromañón, porque las usaba buena parte del público que asistía a recitales como el de Callejeros, la banda principal de la trágica jornada) con historias de agradecimiento a bomberos, recuerdos de giras por hospitales, análisis de lo que fue y lo que pudo ser. 

El santuario frente al ex boliche fue eje de diversas actividades, pese a la intensa lluvia que arreció durante la mayor parte de la jornada. Se trata de una plazoleta con fotos, murales, objetos de recordación. Días previos, se acondicionó el lugar, se pintó un nuevo dibujo alegórico en el muro que da a la terminal de colectivos de la esquina, y se escribieron los nombres de los 194 fallecidos en el ingreso del ex boliche. El padre de uno de los fallecidos instaló un pórtico de metal, mirando hacia el lado de Plaza Miserere, para rebautizar al lugar “Pasaje de los Pibes de Cromañón” que corona la instalación de un cuadro con zapatillas blancas. 

El lunes pasadas las 22, bajo la lluvia intermitente, se leyó el documento oficial consensuado. Organizó Movimiento Cromañón y otras entidades. Allí hay un fuerte señalamiento a la responsabilidad estatal en Cromañón. Pese a que no están detenidos ahora, se juzgó como responsables a funcionarios, inspectores y uniformados. “Que los culpables se hagan cargo”, enfatiza el texto. 

En este sentido lamentaron “nuevas muertes anunciadas”. Por eso aprovecharon la jornada para recordar a los 194 fallecidos, pero también para “denunciar otras tantas luchas, abrazar a otros familiares”. Entre otros, citaron la Masacre de Monte, las muertes de Luciano Arruga, Santiago Maldonado, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki. “Cromañón interrumpió nuestras vidas”, enfatizaron y concluyeron: “Hace 15 años lo miramos de frente”.  Para cerrar el acto, leyeron los nombres de los 194 fallecidos, encendieron una vela por cada uno y soltaron globos de colores en recuerdo de las 48 madres y padres que fallecieron posteriormente. También evocaron a 17 personas que luego se suicidaron. 

Ese mismo día, al atardecer, iba a haber un acto al pie del Obelisco. Por la lluvia se reprogramó en Palermo Club. Allí se estrenó la canción “Sin quebrarse”, escrita por el sobreviviente Diego Cocuzzo. Organizó el colectivo No Nos Cuenten Cromañón. Casi en paralelo, monseñor Jorge Lozano encabezó una misa en la Catedral Metropolitana donde expuso: “Nos une una experiencia desgarradora de dolor, la noche del 30 de diciembre. Aquellas horas de búsqueda desesperada, nos unen los ninguneos, y también los compromisos de personas desconocidas que se acercaron a dar una mano”.

Luego de cuatro juicios para dirimir responsabilidades, en la actualidad ya no quedan detenidos y en 2018 la justicia restituyó al empresario Rafael Levy el edificio donde funcionó Cromañón. En abril de este año, hubo personas que ingresaron al lugar, lavaron y pintaron las paredes y descartaron pertenencias que el público tiró durante el incendio. La comunidad de familiares, sobrevivientes y amigos vivió esto como una afrenta. En 2019 presentaron dos proyectos de ley para que se expropie el inmueble, a fin de convertirlo en un Espacio de Memoria. Sin embargo, por rechazo del oficialismo, no hubo eco en el palacio legislativo. 

Pese al resultado parlamentario, fue una lucha orgánica a la que contrapusieron la instalación del monumento en recuerdo de las víctimas del Parque de la Estación. Como informó este medio, tiempo después del incendio hubo un concurso de arquitectos para hacer un memorial sobre el actual santuario. El proceso se estancó hasta que la asociación civil “Que no se repita” presentó un recurso de amparo. El juez Roberto Gallardo ordenó fijarlo en el Parque a sugerencia del gobierno, la Legislatura porteña lo aprobó en una ley de doble lectura pese al rechazo en audiencia pública y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño licitó su construcción, adjudicada por $21.636.237 a Ingecons SA.

El obrador y las chapas perimetrales se retiraron el sábado 28 de diciembre, a 48 horas del aniversario. Sin acto oficial, quedó expuesta la obra: un faro de 25 metros de altura, cuya luz se ve desde decenas de cuadras a la redonda. A su alrededor hay una pequeña fuente. El conjunto se completa con un muro de mármol con los nombres de los 194 fallecidos, un banco rectangular y un cantero con un Ginkgo Biloba. Su instalación nunca se debatió con los vecinos integrantes de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque, un espacio asambleario legitimado por ley. 

Juan Manuel Castro


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