Porteñas | Una vida no vale nada

Policía modo Larreta

El feriado del 19 de agosto se tiñó de sangre en Comuna 3. Un vecino de San Cristóbal deambulaba de madrugada por la calle, posiblemente borracho, y "entorpeciendo" el poco tránsito de ese momento. Rodeado por cuatro policías, para reducirlo, uno de ellos le pegó una patada en el pecho que lo hizo caer de espaldas en el piso. Al caer, golpeó la cabeza contra el pavimento y se fracturó el cráneo. Murió poco después en la Guardia del Hospital Ramos Mejía.
Buenos Aires, 3 de setiembre de 2019. Relata el colega Sebastián Ortega en el portal Cosecha Roja que "Se llamaba Jorge Martín Gómez pero le decían Garrón (…) tenía 40 años, era hincha de Independiente y trabajaba en el taller de relojes de taxis que fundó su padre tres décadas atrás cuando los cuatro varones de la familia abandonaron Santiago del Estero y se instalaron en el barrio porteño de San Cristóbal".

La reacción de estupor inmediata al conocerse la noticia y un video que grabó el momento, mostrando la indefensión de la víctima ante la excesiva violencia policial, fue luego tapada por una oleada de informaciones publicadas en casi todos los medios, que alegaban el "peligro" que supuestamente tuvieron que enfrentar los policías que lo rodeaban, dado que el borracho portaba un cuchillo de cocina. Otro video apareció después, mostrando al fallecido en la torpe actitud de avanzar hacia el colectivo detenido, portando algo en su mano. 

El diario La Nación publicó al día siguiente: "Se decía que el hombre de 41 años que murió tras recibir una patada por parte de un agente policial en San Cristóbal habría amenazado con un cuchillo a automovilistas y peatones. En un video, se ve cómo intimida con dicho cuchillo a un colectivero". Google hace también lo suyo. Si se pone "muerto por una patada" en el buscador, en seguida aparecen muchas páginas listadas referidas a esta noticia. En la primera página de resultados, los cinco primeros de ocho menciones, refieren la novedad de la que se hace eco La Nación.

Otro medio, Infobae, también refleja la versión policial. "Según informaron fuentes policiales, el sujeto que obstruía el tránsito rechazó la voz de alto y extrajo ‘un pequeño cuchillo de cocina con el que avanzó hacia el policía con una actitud desafiante y mirada perdida’". Pero inmediatamente después acota: "La presencia del cuchillo surge de la versión policial: en el video, el arma blanca no se ve".

La policía de Larreta mata

En el portal "El cohete a la luna", la colega Luciana Bertoia  proporciona este dato: "Según las estadísticas del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), durante los primeros seis meses del año la Policía de la Ciudad mató a ocho particulares. Las muertes, como la de Martín, se dieron al calor de discursos celebratorios del accionar policial".

El área de Seguridad de la Ciudad está bajo el mando directo del Vicejefe de Gobierno Santilli desde que Martín Ocampo salió de escena luego del papelón con el descontrol de la hinchada de River, que atacó a piedrazos el micro en el que se trasladada el equipo de Boca para jugar un clásico que no pudo ser y terminó disputándose en Madrid. Pero Santilli no dijo nada. Se calló para no meterse en una polémica que le podría costar en votos, ahora que aspira a su reelección y enfrentan junto a Larreta una campaña cada vez más difícil.

El secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, defendió al policía. "Está dentro del protocolo. Mantiene la distancia con la pierna para deponer la actitud, y evitar que le genere algún daño con el arma blanca", dijo. A continuación, la ministra de Seguridad del gobierno nacional, Patricia Bullrich, fue más rotunda. "Cuando un policía termina con una amenaza está haciendo lo correcto". Con esas palabras Bullrich, volvió a mostrar dos cosas: que ignora la autonomía porteña y, la clásica lógica macrista, por la cual la culpa es de la víctima. Total, una vida no vale nada. Menos, la de un pobre laburante, y encima, borracho.

Sin embargo, la jueza Yamile Susana Bernan no cree en la versión oficial. El video que fue incorporado al expediente muestra a un hombre indefenso, rodeado por la policía y sin armas a la vista. Esa prueba le alcanzó para detenerlo por el delito de "homicidio preterintencional" (con el objetivo de provocar un daño le provocó la muerte). Veremos qué decide finalmente.

Lic. Gerardo Codina


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