Editorial | Sueño de la hegemonía

El armado de Larreta

Las próximas elecciones porteñas anticipan un probable triunfo del oficialismo, que así consolidaría cuatro períodos consecutivos de gobierno, completando dos tercios de la vida autónoma de la ciudad. Un hecho notable para nuestra historia institucional. Pero Larreta trabaja para asegurarse la reelección, ampliando los límites de la coalición que lo sostiene. Sabe que afrontar las urnas de la mano de su mentor puede ser fatal.
Buenos Aires, 9 de julio de 2019. Además de la fuerza propia y pese a la indudable hegemonía distrital de la que puede ufanarse, Larreta decidió extender las fronteras de su armado político para sumar otras fuerzas. No sólo los socios actuales, la Coalición Cívica de Carrió o Confianza Pública de Graciela Ocaña, sino también a la UCR, que se presentó como Evolución en el anterior turno, llevando a Martín Lousteau y a la expresión local del Partido Socialista, encabezada por Roy Cortina.

Tantas prevenciones tienen su sentido. La cosa viene disputada, no sólo porque al revalidar simultáneamente el mandato de Macri, la mala imagen presidencial puede sabotear sus posibilidades, sino porque la oposición se renovó y ahora encarna la posibilidad de una alternancia de la mano de un hombre nuevo en las lides políticas, como es el caso de Matías Lammens.

Así las cosas, se invirtieron los papeles. La fuerza que pivoteó su construcción presentándose como el cambio, será ahora la repetición de lo existente, encima por mucho tiempo. En cambio sus retadores serán lo nuevo. Además, referenciados en personas más jóvenes, exitosas en lo suyo y que vienen de afuera de las roscas partidarias. La reiteración de Larreta  - Santilli competirá con la novedad de Lammens - Marziotta.  

Otro costado débil del armado del PRO es la ausencia de mujeres destacadas en los primeros planos. Salvo la segunda candidata a senadora nacional, la actual ministra Tagliaferri, las cabezas de todas las listas son hombres y en algunos casos, también quienes los secundan. Macri va con Pichetto, Larreta con Santilli, el primer candidato a senador es Martín Lousteau, a la lista de diputados nacionales la encabeza Maximiliano Ferraro y la de legisladores porteños, Diego García Vilas.

En cambio, el Frente de Todes se presenta con una mayor paridad de las principales candidaturas. No sólo la conocida periodista Gisela Marziotta, la destacada socióloga Dora Barrancos o la ascendente Paula Penacca secundan a los candidatos a Jefe de Gobierno, al senado o a la cámara de diputados, sino que la dirigente Claudia Neira encabeza los postulantes a la legislatura local, además de contar la fuerte presencia de Cristina Fernández en la fórmula presidencial.

Más allá de la paridad de género, estará en discusión el modelo de ciudad que desean las y los porteños y los problemas que el PRO no pudo resolver en largos doce años de gestión, como la seguridad, pese al enorme despliegue policial. Uno que apueste al negocio inmobiliario u otro que haga eje en la inclusión social.  Uno que asuma la agenda ambiental de una vez por todas o el que siga haciendo marketing con la Ciudad Verde, con cada vez más cemento por todos lados. Uno que promueva la movilidad sustentable no sólo haciendo ciclovías, sino subterráneos o el que construye costosas obras para que circulen camiones por el centro de la ciudad.

Temas que se agregan a la salud y la educación pública, hoy en terapia intensiva o el relanzamiento productivo de una ciudad sin oportunidades para la mayoría, que desespera por llegar a fin de mes y mantener o encontrar trabajo. El dilema está planteado. De nuestro voto dependerá si los próximos años son de Buenos Aires.


  Lic. Gerardo Codina


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