Buenos Aires, 4 de diciembre de 2018. En las reuniones realizadas, los vecinos plantearon que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue eludiendo su responsabilidad ya que no construye las escuelas que son necesarias para garantizar el derecho social a la Educación en CABA. "Teniendo la posibilidad de cumplir el derecho constitucional de acceso a la educación pública, laica, gratuita y estatal de algunos de los más de 17.000 niños, niñas y jóvenes que dejan afuera cada año, el Gobierno quiere demoler la escuela", denunciaron.

 

En el predio se proyecta un complejo de seis edificios de entre ocho y trece pisos, que sumarán un total de 124 departamentos con cocheras y locales comerciales sobre el angosto e inundable pasaje San Ireneo. El sector del colegio que da hacia la calle Rosario no será intervenido ya que cuenta con inmunidad por tratarse de un edificio histórico.

Los vecinos que conforman SOS Caballito plantean que el proyecto inmobiliario no atiende las necesidades principales y aumenta los problemas pues la obra generará una crisis en el barrio que ya se ve afectado por los cortes permanentes de servicios, sobre todo de energía eléctrica, en una zona que está saturada por encontrarse a pasos del Shopping Caballito y la Avenida Rivadavia. "Es un proyecto que la comunidad en conjunto sale a rechazar y el Gobierno insiste en concretar", sostienen.

También lanzaron una campaña en las redes en la que bajo las consignas #EscuelasSi, #TorresNo, #NoSobranNiñxs, #FaltanEscuelas, #EscuelaPúblicaSi, #TorresNo y #VacantesParaTodxs, solicitan que el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta anule la decisión de llevar adelante el proyecto inmobiliario y utilice el predio de Rosario y San Ireneo para abrir una escuela pública para los chicos del barrio.

Los vecinos sostienen que no se puede demoler un edificio escolar a cambio de un negocio inmobiliario y solicitaron a las autoridades del GCBA que en lugar de pensar en la demolición, lo expropien "para integrarlo a la oferta de vacantes escolares públicas que tanta falta hacen en el barrio y en la ciudad", manteniendo el uso escolar original que tenía el Santa Rosa en sus tres niveles: Jardín, Primaria y Secundaria. 

El padre de tres ex alumnos del Santa Rosa, presente en la última reunión, recordó que "hace algunos años, cuando ya se rumoreaba el cierre del establecimiento por cuestiones económicas, nos invitaron a las familias más antiguas del Colegio a una reunión en  el Senado de la Nación, de la que participó uno de los herederos de Madre Cabrini, la fundadora de la institución, quedando asentado en ese acto el legado en el que la fundadora expresaba hace más de un siglo, que el lugar debía ser por siempre un establecimiento educacional".

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