Buenos Aires, 22 de mayo de 2018. Una carta del Director Estable del Teatro Luisa Vehil y vecino de Comuna 3. Aldo Bacchi, envió a los vecinos agrupados por el reclamo de la Manzana 66 Verde y Pública, una carta que comenzó a circular por las redes sociales. En ella Bacchi comenta que la gente del teatro "Estamos atravesando una situación límite. Desde hace muchos años, el teatro se viene alquilando, y también varios años que el gobierno de la ciudad, había prometido un subsidio para su compra. Aparentemente se echaron atrás y el mismo nunca se concreta, ni creemos se concretará, ya que creemos que la cultura no está dentro de sus prioridades."

Más adelante agrega "En estos momentos, los propietarios nos intimaron a dejar el lugar. Esto significaría la desaparición del teatro, el cual cobija a más de 100 actores, asistentes y directores, además de alumnos que concurren a las clases de actuación y dirección, y grupos teatrales que vienen a realizar sus espectáculos al lugar.Nuestro director general es el conocido escritor, director y actor Rubén Hernández Miranda."  

La nota de Bacchi culmina afirmando "Habiendo asistido en algunas oportunidades a las reuniones y actos del grupo de Manzana 66, recurro a esta agrupación en su nombre, a efectos de ver si existe la posibilidad, de algún tipo de reclamo/gestión, a efectos que lo anteriormente expresado, no ocurra. En mi caso personal, y lo hago solo a título informativo, estoy dirigiendo una obra de mi autoría, llamada Psiquiatra por un día. Espero sepa comprender este pedido, pero ocurre que se nos agotaron las instancias."

En 2013 publicábamos un recordatorio de la historia del Teatro debido al empeño de Luisa D´Amico. "De los escombros de un solar donde antaño funcionó una carbonería, se empezó a configurar este sueño en 1982, cuando D´Amico priorizó esta iniciativa antes que su carrera actoral. Empeñó bienes y adquirió el terreno. 

Con la misma energía que arriba de los escenarios, tal como recuerdan sus allegados, D´Amico se puso el proyecto al hombro. Tres años después inició las obras ?apelando al apoyo de la comunidad y del Fondo Nacional de las Artes. Otros tres años más le insumió, lejos de telones y escenarios, poder dar sala en su teatro. 

Mientras construía, vivía en una habitación al fondo, donde ahora están los camarines. Con esfuerzo, el 7 de octubre de 1988 inauguró dicho teatro, al que denominó con el nombre de su admirada amiga y actriz Luisa Vehil. Fedra se convirtió en la obra inaugural, en la que D´Amico dirigió y participó como protagonista. Tiempo más tarde logró habilitar el escenario principal, ubicado en la planta baja, que se usa en la actualidad. 

En el mientras tanto, su amiga de toda la vida, Vehil, seguía de cerca el nacimiento del teatro que años más tarde iba a llevar su nombre. "Levantar un teatro en estos tiempos ¡obra de Dios!, un lugar de encuentro, un espacio libre donde crear y recrear la vida de los seres libres", resaltó la actriz en una carta que figura textual en el sitio de la sala.

Luisa D´Amico falleció el 14 de agosto de 2007, con una diferencia de casi veinte años del adiós de su amiga de toda la vida, Vehil (1912-1991). La última voluntad de la fundadora del teatro alternativo de la calle Yrigoyen fue que se continúe con las puertas abiertas, dando lugar a nuevas generaciones de autores, actores y realizadores." Su legado sigue en peligro.

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