Editorial | Internas en JxC

La Puerta Doce

En el estadio de Ríver, tiempo atrás, se vivió la página más luctuosa del fútbol argentino. 71 personas murieron aplastadas y otras 113 sufrieron heridas, al intentar salir una multitud por una puerta que estaba cerrada. Fue en 1968 y, como sucede con tantas cosas entre nosotros, nunca se aclararon debidamente las responsabilidades. Que fueran simpatizantes de Boca, que habían ido a alentar a su equipo en el mayor de los clásicos, alimentó las sospechas.
Buenos Aires, 8 de noviembre de 2022. En política, a diferencia del fútbol, siempre hay alguna puerta abierta, pero sucede a veces que todos quieren pasar por la misma al mismo tiempo. Como no es posible, quedan muchos heridos. Algo de esto sucede ahora en Juntos por el Cambio. Sus más importantes dirigentes están convencidos de que la altísima inflación, fogoneada por los principales empresarios del país, corroe las posibilidades electorales del Frente de Todos por el malestar social que genera, multiplicando las chances cambiemitas de regresar por un segundo tiempo. Y como no hay liderazgos descollantes entre ellos, muchos se prueban el traje de futuro Presidente o Presidenta.

La ciudad se convirtió por estas horas en escenario de esa puja abierta de ambiciones sin medida. El actual Jefe de Gobierno no puede repetir al frente de la administración local y no se imagina otro destino que repetir el recorrido de De la Rúa o Macri, quizás con mejor suerte que ellos. Pero Patricia Bullrich, ungida titular del PRO por el mismo Macri, está convencida de que esta es su hora.

La anomalía porteña habilita que un distrito habitado por solo el 6 por ciento de los argentinos haya colocado a tres de los últimos cinco Presidentes, incluyendo a Alberto Fernández, que siempre hizo su carrera política en la ciudad. Con Larreta o Bullrich se prolongaría esa hegemonía excesiva, pero no es asunto que les preocupe, ya que representan la versión actual de los unitarios porteños.

Larreta tejió pacientemente un acuerdo para ser secundado por un radical (quizás Morales) a cambio de dejar el terreno libre a Lousteau para la Jefatura de Gobierno. La proyección nacional se la aseguran los monopolios mediáticos con asiento en nuestra ciudad y la estructura partidaria de la UCR, que conserva su presencia. 

El macrismo se resiste a dejar la caja porteña, fuente de innumerables negociados a lo largo de los últimos quince años y preferiría que Bullrich compita por ese puesto con Lousteau. Pero ella se imagina que está para cosas mayores y alienta a Jorge Macri a mudarse de Vicente López al territorio porteño definitivamente. Si la puja hasta ahora se mantenía disimulada en público, las fuertes amenazas de la ex ministra de Seguridad a Felipe Miguel, que decidieron al jefe de gabinete de Larreta a hacerle una denuncia penal, la hicieron salir del closet. 

Inmediatamente, se expresó en la misma Legislatura. Un terreno donde los cambiemitas siempre mantuvieron una disciplina de “soldaditos”, como dice Bullrich. Los legisladores que le responden amenazan con no votarle el presupuesto a Larreta, con el argumento de que quieren una baja de los impuestos. La ciudad es el distrito con la mayor presión impositiva del país y eso le da a Larreta una caja holgada para financiar acciones electorales en el interior, disfrazadas de intercambios institucionales, además de la plata que se mueve bajo cuerda. Contra esa ventaja no quieren competir ni Manes, que ya lo denunció, ni Patricia, que ahora pide menos impuestos. 

Los cruces entre dos de los muchos anotados para el sillón de Rivadavia, golpean la institucionalidad porteña. Si persiste la puja, puede ser una Puerta Doce para los cambiemitas. ¿Quién resultará herido?
   
Lic. Gerardo Codina


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