Sociedad | 25 de noviembre

Ni una menos

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora anualmente cada 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. La educación en el respeto de las diferencias todavía no elimina el espíritu de dominio patriarcal que nos sojuzga.
Buenos Aires, 7 de diciembre de 2021. La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas en 1960 en la República Dominicana las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), por su lucha contra la dictadura del General Rafael Trujillo. 

En 1999, la jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134, el 17 de diciembre de 1999, entendiendo por violencia contra la mujer “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”, e invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres. 

En nuestro país, desde el surgimiento del NiUnaMenos en 2015, la potencia del reclamo del cese de la violencia contra las mujeres y, en especial, de los femicidios, ha crecido sostenidamente, aunque todavía pierden la vida decenas de mujeres cada año por su condición de género. En 2020, la única provincia argentina que no registró feminicidios fue Tierra del Fuego, mientras que en el otro extremo, Jujuy con 2,82 casos y Tucumán con 2,10 por cada cien mil mujeres tuvieron los registros más altos, según la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia.

Más allá de la estadística, cada caso es una enorme tragedia que perpetúa la discriminación y la violencia contra las mujeres. Diana Russell, activista y escritora feminista sudafricana que fue la promotora inicial del concepto, explicó que “el femicidio representa el extremo de un continuum de terror antifemenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales como físicos, tales como violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extrafamiliar, golpizas físicas y emocionales, entre otras”. Varios países, entre ellos el nuestro desde 2012, lo han incluido como delito en sus legislaciones penales. 


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