Porte帽as | Huertas urbanas

El fen贸meno verde

La pandemia y el cambio en la mirada sobre la producci贸n de alimentos y el espacio p煤blico dieron impulso a estas iniciativas. En los barrios, cada vez se ven m谩s. En esta nota, testimonios de huerteros que explican c贸mo organizan sus espacios. Por Mateo Lazcano, para la Cooperativa de Editores EBC
Buenos Aires, 6 de abril de 2021. Paulatinamente, el paisaje de las veredas porte帽as va incorporando un nuevo elemento. Se trata de las huertas urbanas, que vecinos y vecinas montan en sus manzanas, representando un desaf铆o al paradigma vigente sobre el uso del espacio p煤blico y la producci贸n de alimentos. El impulso de las organizaciones huerteras, el impacto de la pandemia y el efecto contagio provocaron que cada vez se vean m谩s de estas iniciativas en las calles de la ciudad, en una tendencia que crece a pasos agigantados.

鈥淟a pandemia mostr贸 como nunca que muchas cosas no estaban funcionando bien. Muchos departamentos no ten铆an acceso a las terrazas, por decisi贸n de los consorcios. Y el encierro provocaba que las y los vecinos se vieran felices de hacer actividades en las veredas, en el espacio p煤blico. Nosotros los vinculamos a ellos, los convocamos, formamos una interacci贸n. Traemos un par de cubiertas, tierra y empezamos鈥, explica Carlos Briganti, integrante del colectivo Reciclador y creador del proyecto Acci贸n Huerta Urbana, que impulsa estas iniciativas.

Para tener noci贸n del auge de las huertas urbanas en el tiempo posterior al fin del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), al comenzar el a帽o hab铆a cerca de 16 emprendimientos de este tipo en los barrios, auspiciados por el Reciclador. Entrado marzo, los mismos ya son 25 y van en ascenso. Villa Ort煤zar, Chacarita, Coghlan, Parque Chas, La Paternal, Floresta, son algunas de las zonas que tienen desplegadas estas iniciativas en sus veredas.

鈥淣uestro espacio funciona en Sanabria y Gaona. La huerta est谩 conformada por vecinos y vecinas y algunos que estuvimos en ese movimiento cultural tan grande que fue El Corral贸n de Floresta. Nos organizamos de forma aut贸noma y horizontal, con las decisiones tomadas en asamblea鈥, explica Roc铆o, que participa de una huerta en Floresta.

鈥淟a huerta es demostrativa-experimental, no de producci贸n, porque no disponemos del espacio para ello鈥, aclara. Y agrega: 鈥淓l deseo de quienes participamos es que el espacio sea un lugar de encuentro entre las personas y se lleve all铆 la autoorganizaci贸n鈥. 

La idea de 鈥渆xperimentaci贸n鈥, para Roc铆o, es clave para pensar el dinamismo de estos proyectos. 鈥淟a gente muchas veces no tiene idea de d贸nde sale lo que consume en su plato. Por eso viene la experimentaci贸n: poner las manos en la tierra, ver qu茅 sucede con la semilla, la transformaci贸n. Lo sigue siendo incluso para quienes tenemos mucha experiencia en huertas鈥, explica. En relaci贸n a su espacio de Floresta, cuenta: 鈥淭enemos frutales, medicinales, arom谩ticas y fundamentalmente nos concentramos en la plantaci贸n de hortalizas鈥. Y a帽ade: 鈥淣os organizamos de manera tal que cada participante arme plantines en su casa, como parte de una disciplina diaria. El cuidado es comunitario, y la recolecci贸n de lo que se cosecha, tambi茅n鈥.

En Villa Pueyrred贸n est谩 la huerta La Uni贸n, otro ejemplo en el mismo sentido. 鈥淪omos un grupo de vecinos que nos conocemos de huertear en distintos espacios y formamos una huerta en terrenos ferroviarios, en Larsen al 3200. Conformamos como un 鈥榯aller eterno鈥, en el que ense帽amos c贸mo compostar, c贸mo cuidar las plantas, y los vecinos y vecinas se acercan para cultivar alimentos en comunidad鈥, explica Kike, uno de sus integrantes. 

鈥淵a tuvimos una gran cantidad de tomates, lechugas, aj铆 picantes, morrones. Y a la vez, hacemos jard铆n nativo, con plantas originales del R铆o de la Plata, exclusivamente de esta zona. La funci贸n es recuperar el paisaje original del barrio, y la consecuencia inmediata es que empieza a aparecer fauna, mariposas, aves, insectos, que viven de estas plantas鈥, sigue.

La pandemia y el encierro forzado de los primeros meses fueron una de las causas para generar este auge. 鈥淭odos escuchamos y conocemos las partes negativas que dej贸. Pero tambi茅n hubo de las positivas que influyeron para que cada vez m谩s gente se sume a estas iniciativas. Una es la disponibilidad de tiempo libre, no dedicado a las obligaciones, que gener贸 algo muy interesante en las personas, una posibilidad de pensar cosas que no se ven铆an pensando y estaban latentes, vinculadas al alimento y su calidad. Poder reflexionar acerca de qui茅nes producen el alimento y en qu茅 condiciones est谩n quienes producen鈥, expresa Roc铆o.

Y argumenta luego: 鈥淵 otra cosa que sucedi贸 es que, geogr谩ficamente, el espacio para recorrer estaba limitado. Y ah铆 se empez贸 a conocer un poco m谩s el barrio, el lugar que se habita, en un reencuentro con los espacios p煤blicos. Todo esto hizo que la gente tuviera 谩nimo de participar en experiencias como huertas comunitarias, e inclusive formarlas鈥.

La Legislatura porte帽a aprob贸 a fines del 2020 un proyecto de ley que lleva la firma del diputado Roy Cortina, de Juntos por el Cambio. Su objetivo es darle impulso a la agricultura urbana, fomentando el desarrollo de las huertas en la ciudad, a la vez que abre la puerta a la intervenci贸n de empresas privadas. Desde el espacio de Briganti ponen sus reparos: 鈥淪olo el Estado deber铆a asumir el financiamiento. Las huertas tienen una funci贸n pedag贸gica, y hay que evitar que muchas compa帽铆as multinacionales que no son precisamente amigas del 鈥榖uen vivir鈥 lo utilicen de manera hip贸crita para mostrarse cercanas a la mirada ambiental鈥, explicita. 脡l mismo hab铆a colaborado en la redacci贸n de otro proyecto, presentado previamente en la Legislatura, llamado Ley de Huertas P煤blicas Agroecol贸gicas, que fue frenado y reemplazado por el de Roy Cortina. 


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