Comunales | Parque de la Estación

El desinterés por lo público

El 14 de junio del año pasado fue inaugurado el Parque de la Estación. Lo había arrancado como una iniciativa de los vecinos de Balvanera y Almagro, poner en valor como espacio público y verde un predio ferroviario en desuso, ley mediante se concretó. Un año y medio más tarde, el abandono lo amenaza.
Buenos Aires, 1º de diciembre de 2020. “Queremos saber qué pasa en el Parque de la Estación. ¿Por qué nuestro parque se encuentra otra vez a oscuras? ¿Quién nos da una respuesta? Como vecinas y vecinos que amamos y cuidamos este espacio que tanto nos costó conseguir estamos cansados del abandono en el que lo están dejando en estos últimos tiempos. A la falta de cuidados, de riego, los juegos rotos sin arreglo, la ocupación del espacio, se suma ahora la falta total de luz por las noches. Ya hicimos reclamo a Edesur y responden que no toman pedidos por falta de luz en parques públicos. Hacemos responsable al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de esta situación y seguiremos haciendo las denuncias correspondientes.”, publicaron en las redes sociales los vecinos integrantes de la comunidad del Parque.

Pero no sólo se trata de la falta de iluminación. También se acumula basura que nadie recoge. Esa ausencia también procuraron suplirla los mismos vecinos. El pasado sábado 28 se convocaron para una jornada de limpieza del Parque, aun con lluvia, que la hubo. Así lo comunicaron en las redes: “Ante la falta de respuesta y el poco mantenimiento de parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, nos cansamos de la excusas, nos reunimos y te invitamos a sumarte a embellecer nuestro Parque.”

Fue otra manera de hacer algo por el Parque y de movilizarse en reclamo de involucramiento más activo del Gobierno porteño, al que le exigirán más tareas de mantenimiento. No es la primera vez. La última reunión de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque, integrada por vecinos, realizada a fines del año pasado, el mismo en el que fue inaugurado el Parque, ya demandó mayores tareas para evitar que la vegetación implantada en su superficie se muera.

Las normas que no se cumplen

La ley de creación del Parque ubicado sobre la calle Perón entre Gallo y Anchorena, en Balvanera, incluyó la creación de una instancia de gestión participativa del mismo integrada por  vecinos y funcionarios. En esa instancia debían tomarse todas las decisiones que afectasen el uso y el cuidado del Parque. 

Pero así como no lo mantienen en condiciones desde el gobierno porteño, tampoco respetan la normativa vigente. Un ejemplo palmario fue la instalación del memorial en homenaje a las víctimas de Cromañón en el Parque, sin consulta ni aviso previo a la Mesa de Trabajo y Consenso, como publicamos en su momento. Con la excusa de que se trataba de una orden judicial que se debía cumplir, los funcionarios macristas escondieron que la oferta del Parque como lugar del posible emplazamiento del memorial fue hecha por el mismo gobierno. 

La objeción vecinal al accionar de la administración no reflejó rechazo a la posibilidad de rendir otro homenaje a quienes perdieron su vida o su salud en esa tragedia que enluta al barrio. Sí se cuestionaron las formas, nada respetuosas de la norma de creación del Parque y el lugar elegido, apartado de dónde ocurrió la tragedia en el que muchos familiares y amigos reclaman un Espacio de la Memoria, mediante la expropiación del inmueble para su uso público. 

Lo público que no interesa

La oscuridad nocturna del Parque es total, lo refleja un video grabado por los propios vecinos y colgado en las redes (https://www.facebook.com/parquedelaestacion/videos/408310026975226). 
Un cronista de la colega Revista El Abasto lo decía: “Los únicos reflectores encendidos son los del faro de Cromañón y el que ilumina el muro de mármol con los nombres de los fallecidos en la tragedia del 30 de diciembre de 2004. El resto del lugar permanece en penumbras, pese a que en las noches hay un gran número de vecinos que asisten al lugar.”

También se refleja este desinterés por lo público en la falta de mantenimiento y limpieza de la Plaza Miserere. Salvo el sector parquizado que es atendido con esmero, el resto de la superficie, de los monumentos allí emplazados y del mobiliario urbano que incluye, que padecen el impacto de los miles de personas que transitan a diario por allí por ser un centro de vinculación de distintos medios de trasporte público, carece de los mínimo cuidados que permitan disfrutarlo. 

No se observa el mismo desdén por lo público en otros barrios de la ciudad. ¿Será que sólo algunos tienen derecho a habitar un espacio urbano bello y cuidado? ¿Qué también se distribuye en forma desigual la posibilidad de complacerse con la estética de los diferentes rincones de la ciudad? 

Dos años atrás el mismo gobierno porteño ponía en marcha el Plan Once, para poner en valor mucho del mejor patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad, que precisamente se encuentra en Balvanera. De igual manera se está procediendo junto al gobierno nacional en la recuperación de otro hito porteño como es la Confitería del Molino. Además del rescate patrimonial y el valor estético de esas obras, hacerlo destaca uno de los atractivos turísticos de la ciudad, para nacionales y extranjeros. 

Por esto llama la atención lo rápido que ha caído en el olvido de la administración el Parque de la Estación, proyecto en su momento premiado por la Agencia Chilena de Cooperación para el Desarrollo por su carácter innovador. ¿No es algo valioso para cuidad?

Santiago Pujol


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario