Comunales | Centros culturales

Las otras víctimas

El Covid-19 no sólo ha afectado a muchos en todo el mundo causándoles sufrimientos, sino que también el fallecimiento de numerosas personas. Pero no fueron sus únicas víctimas. Se cuentan asimismo otros afectados. Por caso, los centros culturales y espacios artísticos, cerrados al público por meses debido a que no son considerados "actividades esenciales" y, por el contrario, presuponen un fuerte riesgo de contagio al promover encuentros de personas en espacios cerrados. Algunos de los que ya cerraron se encuentran en nuestra Comuna.
Buenos Aires, 21 de julio de 2020. Comuna 3 y en especial Balvanera, tienen un extenso vínculo con la actividad cultural, tanto por lo nutrida de su agenda como por la trayectoria de años. Gran parte de la historia del teatro independiente se escribió en sus calles, desde el IFT hasta el Teatro Popular Independiente Fray Mocho, sin olvidar las legendarias jornadas de Teatro Abierto. Ese rasgo identitario se ve afectado por la pandemia. Algunas de salas no pueden resistir el esfuerzo y deben cerrar sus puertas. Una nota del diario BAE Negocios relevaba dìas atràs la situaciòn dos de esas historias tristes, entre cinco de toda la ciudad.

Son los casos de Casa Indómita y Ambigu. Contaba el diario que "Casa Indómita es un espacio cultural del barrio de Balvanera que abrió en diciembre de 2019, creado por Rocío Bertinat y Agustín Real y cerró hace pocos días. Ofrecía clases de teatro y danzas y este año, pensaba comenzar a funcionar como teatro, pero no pudo. Bertinat contó a BAE Negocios: “Pusimos todos nuestros ahorros, pero nos agarró la cuarentena. La mayoría de los subsidios piden un año de antigüedad, así que no pudimos aplicar a ninguna línea de emergencia, salvo al Fondo Metropolitano de las Artes de Ciudad, que ni nos respondió. Nos reacomodaremos, cuando la pandemia pase y la situación económica y social nos permita ponernos de pie de nuevo”. Nunca lograron una rebaja en el alquiler, pagaron abril, la mitad de mayo y nada de junio ni julio. Ahora negocian para tratar de no quedar con deudas."

Respecto del segundo espacio, decìa "Ambigu también cerró. Ubicado en Perón casi Callao, era un teatro independiente, un bar y un centro cultural. Camila Hoyo Veigas y su familia, crearon este espacio hace seis años, cerraron y aún deben tres meses de alquiler. “Hacíamos obras de teatro, talleres, varieté, de todo. Estamos tristes porque Ambigu fue como una trinchera del transfeminismo en la Capital. Contenía y albergaba sujetos sociales que siempre están al margen de la cultura hegemónica. No recibimos ninguna ayuda, nos exigían demasiados papeles y éramos una cooperativa. En seis años, sólo nos dieron un subsidio de Proteatro. Veníamos arrastrando una crisis muy grande, desde 2015 fue muy difícil cubrir los costos de alquiler y servicios. Con el Covid no pudimos seguir acumulando deuda, al no poder abrir ni vender nada, tuvimos que rescindir el contrato. Ya veníamos enfermes y el Covid terminó de aniquilarnos”."

A Casa Indómita y Ambigu se le suman en la ciudad otros centros culturales, algunos de los alrededores de la Comuna como Espacio 33 de Boedo. Ubicado en Treinta y Tres Orientales 1119, este lugar nacido en 2015 era un espacio autogestivo, con muchas actividades y con una platea para 35 espectadores, que si debe reducirla por los protocolos es inviable. Macarena Trigo, una de las creadoras contó a BAE Negocios: “Nadie que tenga un teatro tan chiquito consigue sacar un sueldo para sus empleados. Imposible pagar casi $50.000 en gastos mensuales cerrados. En diciembre festejamos que pudimos sobrevivir a los últimos cuatro años, toda nuestra historia estuvo atravesada por la falta de políticas culturales que nos apoyasen. Durante dos años, hicimos espectáculos a la gorra para que no dejaran de venir. Estamos triste, por haber tenido que cerrar por esta situación insólita e inesperada, es un duelo extraño. Desarmamos sin podernos ver, ni abrazarnos”.

No son los únicos. Ana Laura López es integrante de Escena, una organización que reúne 45 espacios culturales del circuito independiente, explica a BAE Negocios: “El 80% alquilan y están en una situación de fragilidad muy grande. Cuatro meses de parate hicieron que muchos tengan que cerrar y no sabemos cuántos más cerrarán. Necesitamos urgentes políticas de largo plazo para sostener la actividad y no perder más puestos de trabajo”.

Desde ARTEI, que agrupa a 110 salas del circuito independiente, Liliana Weimer señaló: “El 30% de nuestras salas están en la cuerda floja. No sabemos cuándo podremos reabrir y nos costará mucho cumplir con los protocolos en espacios reducidos. Va a ser muy difícil llevar público y tener alumnos presenciales. Necesitamos rebajas en las tarifas y subsidios, porque muchos acumularon deudas”.




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