Porteñas | Buenos Aires sumó nuevos espacios públicos

Por presión de los vecinos

La Manzana 66, el Parque de la Estación y las plazas Clemente y Boedo, fueron otras tantas conquistas ciudadanas frente a intereses inmobiliarios, pese a la impronta de la gestión del PRO en al ciudad, que ha privatizado 473 hectáreas de inmuebles públicos en los doce años que están a cargo. Parece poco lo logrado por los vecinos, pero es indicativo de que otro desarrollo de la ciudad es posible, máxime teniendo en cuenta que hace falta duplicar la cantidad de árboles y de espacios públicos, de acuerdo con los parámetros propuestos por las organizaciones urbanísticas internacionales. Una respuesta local posible para remediar el cambio climático.
Buenos Aires, 14 de enero de 2020. La Plaza Clemente en Colegiales, la Manzana 66 y el Parque de la Estación en Balvanera y la Plaza Mariano Boedo en el barrio homónimo,  son ejemplos en los que la organización de vecinos de esos tres barrios porteños logró generar espacios verdes pese a los proyectos inmobiliarios que buscaban construir centros comerciales, estadios y estacionamientos.

La lucha por la Manzana 66 -bordeada por las avenidas Jujuy y Belgrano y las calles Moreno y Catamarca, en Balvanera- comenzó en 2014, cuando los vecinos supieron por una nota periodística que existía un proyecto para construir allí un estadio destinado a eventos culturales y deportivos. "Comenzamos la pelea con volanteadas, informando a los vecinos", contó a Télam Alberto Aguilera,a, de 52 años, recordó que "cuando el Gobierno porteño nos convocó, nos enteramos que era mucho peor. Se venía un negocio muy importante".

En una reunión con funcionarios, el vecino y otros integrantes de la red supieron que el proyecto incluía, además del estadio en un primer piso, un estacionamiento para 2.000 autos en un subsuelo, un "patio gourmet" en planta baja y, sobre la calle Moreno, "dos hoteles cinco estrellas".

Hoy, el nombre oficial de la Manzana 66 es "Plaza de los vecinos" y tiene 170 árboles nativos, pelotero, un sendero para sillas de ruedas, aparatos donde las personas con movilidad reducida hacen ejercicio y, tal como lo pidió la red, no hay rejas y queda abierta durante la noche. "A las 8 AM hay personas mayores con su radio, a las 9 de la noche hay chicos en el pelotero. Es gente que antes estaba en su casa y que hoy se apropió de la plaza", comentó Aguilera, quien trabaja en seguridad informática y vive en Balvanera desde el 2000.

Aunque su diseño dejó a muchos descontentos por el exceso de cemento que lo caracteriza, el principal mérito de la experiencia es que se pudo deconstruir una manzana céntrica de la ciudad, y luego se logró ganarla con espacio público. Algo que falta y mucho entre nosotros. Mientras la OMS recomienda que las ciudades tengan entre 10 y 15 metros cuadrados de parque por habitante, el promedio de la ciudad de Buenos Aires es de 5,9, según cifras publicadas por el Ministerio de Ambiente Público.

Recordemos que la Comuna 3, que incluye los barrios de Balvanera y San Cristóbal, es una de las que menos espacios verdes tiene, con 0,4 metros cuadrados por habitante; y en la Comuna 5 -Almagro y Boedo- el promedio es aún inferior: 0,2 metros cuadrados por habitante. Por ello también los vecinos de Balvanera reclamaron durante más de veinte años la desafectación de terrenos ferroviarios subutilizados y su reconversión en un espacio público, lo que finalmente se logró. El Parque de la Estación, entre Anchorena, Perón y Gallo, al costado de la traza del ex ferrocarril Sarmiento, modificó la geografía urbana de una zona antes muy degradada y sumó metros de espacios verdes en un sector muy carente de ellos.

Del mismo modo, ese fue el argumentos que utilizó la comisión Todos por la plaza de Boedo, formada en 2007, para reconvertir en un espacio verde el antiguo predio de la Estación Vail, ubicado entre las calles Estados Unidos, Sánchez de Loria y Carlos Calvo. Era una vieja estación tranviaria del barrio de Boedo, perteneciente a la Compañía de Tramways Anglo Argentina. Funcionó como tal entre 1897 y 1962, cuando tras la desaparición del servicio tranviario fue convertida en terminal y garaje de colectivos. Actualmente el predio es una plaza pública.Inaugurada en 2011, la Plaza Mariano Boedo fue la primera de su barrio.

La plaza Clemente de Colegiales, inaugurada en julio del año pasado, también fue el resultado de la lucha de los ciudadanos. Era un predio abandonado -bordeado por las calles Concepción Arenal, Dorrego, Conde y Enrique Martínez- para el que se proyectaba un estacionamiento subterráneo y un centro comercial a cielo abierto.

Con más de 7.000 metros cuadrados, la Plaza Clemente hoy tiene un diseño particular: áreas de cemento circulares con una propuesta diferente en cada una y conectadas entre sí por senderos internos, y allí se puede encontrar un observatorio de mariposas, un anteatro, un camino con vegetación nativa y juegos inclusivos.
 
Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, analizó en diálogo con Télam estas "conquistas ciudadanas", y aseguró que "siempre hay negociación y, al final, todas las partes deben ceder". Pero indicó que este proceso de reconversión de espacios urbanos en terrenos públicos y verdes, coexisten con los proyectos inmobiliarios. Como ejemplo contó que al ex dueño de la manzana 66, "el Estado le permutó el predio por terrenos en el norte de la ciudad".

En el caso de la Plaza Clemente, Baldiviezo recordó que "con la excusa de que se necesitaban recursos para construirla, se vendió toda la manzana del Dorrego", un predio ubicado a dos cuadras de ese espacio verde, con entradas desde las calles Zapiola y Matienzo, donde en 2019 se realizó, por primera vez, la feria Masticar, un evento gastronómico que ya va por su décima edición.

"Con estas conquistas sucede algo contradictorio", dijo Baldiviezo, quien sostiene que el Gobierno porteño las usa para armar que existe en la Ciudad la democracia participativa que "marca la Constitución", aunque "en la generalidad no se escucha a los ciudadanos".


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