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El Teatro del Pueblo en Almagro

El Teatro del Pueblo, el espacio que supo ser el primer teatro independiente de la Argentina y de América Latina, tiene casa propia. Después de dos años abrió sus puertas a fines de noviembre en su nueva dirección: Lavalle 3636.
Buenos Aires, 7 de enero de 2020. En la reunión inaugural estuvieron los dramaturgos Roberto “Tito” Cossa, Roberto Perinelli, Bernardo Carey, Héctor Oliboni, Adriana Tursi, Raúl Brambilla, Mariela Asensio y Andrés Binetti. Roberto Cossa recordó la figura de Carlos Somigliana, cuyo nombre lleva la Fundación SOMI, que está a cargo de la dirección y programación del Teatro del Pueblo y expresó que el acontecimiento no sólo significa el regreso de una producción emblemática al movimiento teatral porteño, sino también el comienzo de una nueva etapa para el teatro fundado el 30 de noviembre de 1930 por el escritor, periodista y dramaturgo Leónidas Barletta, hecho que marca el origen de un fenómeno cultural único en el mundo, el movimiento de teatros independientes.
 
Roberto “Tito” Cossa, presidente de SOMI y Roberto Perinelli, su secretario, recordaron la finalidad ideológica de Barletta, el hombre de la campana -con ella anunciaba en la vereda del teatro el comienzo de cada función-, en el desarrollo artístico de la sala: “un espacio de resistencia al fascismo”. Por sus escenarios pasaron poetas y narradores como Álvaro Yunque, Nicolás Olivari, Raúl González Tuñón y Roberto Arlt.

Desde su fundación, el Teatro del Pueblo careció de un lugar propio y estable. Nació en una lechería desocupada del Bajo, lo corrió la construcción de la Av. 9 de Julio, hasta que la Municipalidad le cedió el Viejo Teatro San Martín. Pero la dictadura de 1943 lo desalojó y el teatro se instaló finalmente en el edificio ubicado en Av. Roque Sáenz Peña 943. En 1976, cuando murió Barletta, la sala cerró y en 1987, volvió a abrirse mediante un convenio con el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, propietario del edificio, y la Fundación Carlos Somigliana, que encaró la conducción artística de la sala. Allí continuó en actividad hasta su última función en diciembre de 2018, cuando iniciaron las tareas de mudanza. 
 
“En 2016 nos enteramos que debíamos desalojar el lugar, y deliberamos qué hacer. La Fundación había incorporado un poco antes gente nueva, y con este nuevo equipo entendimos que había espacio para el atrevimiento. De esta manera, emprendimos esta aventura de comprar un antiguo galpón donde funcionaba un teatro -Puerta Roja- y llevar adelante la construcción de este edificio”, relató el dramaturgo Roberto Perinelli.

Esto se logró gracias al apoyo de los organismos del Estado que se ocupan de la promoción cultural, con una colecta de la comunidad teatral y con donaciones de los integrantes de SOMI. El teatro, construido desde las bases, cuenta con dos salas: la principal llamada “Carlos Somigliana”, en la planta baja, con capacidad para 110 espectadores, y “Teatro Abierto”, en el primer piso, diseñada como un salón de usos múltiples donde también se realizarán funciones con lugar para 55 butacas. Ambas cuentan con espacios para personas con movilidad reducida y allí podrá disfrutarse de una rica programación de autores y autoras nacionales a partir del 1 de febrero.
 


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