Comunales | Víctima de la inseguridad vial

Una estrella por Adriel

Reclamo de Justicia y estrella amarilla por un joven murguero atropellado en Balvanera. A dos meses del atropello fatal de Adriel "Pachu" Delgado, familiares y compañeros de Magia Murguera volvieron a movilizarse este lunes. Colocaron una estrella amarilla en la esquina de Av. Independencia y La Rioja, como símbolo del reclamo por otra víctima de la inseguridad vial. Entre tanto, siguen buscando al conductor de la camioneta que lo pisó y se dio a la fuga. Todo un barrio conmocionado.
Buenos Aires, 2 de julio de 2019. Adriel "Pachu" Delgado tenía 17 años. La noche del primero de mayo, en pleno feriado, salió con su tío y amigos a dar una vuelta en moto. Circulaban por Independencia y 24 de Noviembre cuando sus acompañantes lo vieron tirado en el piso. Una camioneta lo había atropellado, sin siquiera detenerse a asistirlo. Desde entonces, su familia y amigos de Magia Murguera se movilizan exigiendo justicia. Este lunes, a dos meses, volverán a concentrarse e inaugurarán una estrella amarilla en su nombre, símbolo de reclamo por las víctimas de la inseguridad vial.

"Al principio pensábamos que en el impacto el conductor no se había dado cuenta pero en los videos se ve claramente cómo retoma y ve lo que estaba sucediendo y se da a la fuga. Si lo hubiera llevado al hospital a veinte metros, quizás Adriel hoy estaría con nosotros, pero no. Decidió dejarlo en el piso tirado", contaron los familiares de "Pachu", como era conocido el joven. Además de reclamar justicia buscan testigos del atropello.

Este lunes, a partir de las 17.30 se concentrarán en Saavedra 566, en la puerta de la casa de la familia. A las 18.30 partirán hacia Independencia y La Rioja, donde ocurrió el hecho. A las 19 se inaugurará la estrella amarilla, con la presencia de Madres del Dolor.

"Mi hijo era integrante de Magia Murguera, una murga de San Cristóbal. Anteriormente estuvo en Bailando en una pata. Era un chico muy carismático, tenía esa chispa que no todos tienen. Todo el mundo lo quería, era un buen chico y siempre fue, en el ambiente de la murga, admirado por cómo tocaba el bombo", comentó el padre. "Decían que pocos podían tocar, cantar y bailar a la vez, algo prácticamente imposible. Lo quería mucha gente y por eso hoy hay tanta gente acompañándonos en esta lucha", contó Hernán, papá del joven.

Desde aquel primero de mayo, las marchas y concentraciones por Pachu se repitieron en el barrio, que se pobló de murales, grafitis y banderas en reclamo de Justicia.


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