Buenos Aires, 18 de setiembre de 2019. La agrupación "A Terra", por la cual se postuló Suárez, ganó por abrumadora mayoría respaldando la negociación que se lleva a cabo para un acuerdo con entidades de salud para proteger a los socios y empleados de la institución. Los comicios se realizaron el lunes 10 de setiembre con total normalidad ante una concurrencia de más de un millar de socios.

El flamante presidente del Centro Gallego remarcó que "con esta normalización institucional, vendrá también una solución a los problemas económicos y financieros que nos acosan hace tanto tiempo". También se comprometió a "salvaguardar la mutual y todo el acerbo cultural que poseemos los gallegos en la Argentina".

El triunfo de Suárez es clave para el futuro de la institución, porque abre la posibilidad de la venta del edificio del hospital como única salvación para que la entidad pueda cancelar sus deudas y garantizarle a todos sus socios una asistencia sanitaria de calidad y de por vida, sin poner en riesgo su importante patrimonio cultural. Sin embargo, no estará exenta de desafíos. Para empezar, si bien su lista se adjudicó todos los cargos de la comisión directiva al ser la única que se presentó para esa instancia, en la elección de representantes de socios solo obtuvo un 33% de estos escaños. 

Este podría ser el primer escollo en su gestión para concretar la venta del inmueble de 34.000 metros cuadrados, ya que este cuerpo es quien tiene el poder de vetar o apoyar cualquier operación. Suárez convocó a todas las agrupaciones a "trabajar juntos por el Centro Gallego, dejando de lado mezquindades y especulaciones que sólo nos han perjudicado". "Vamos a encontrar, definitivamente, una solución para todos los socios", vaticinó.

De un total de 3.591 socios activos solo votaron 1.125. A Terra, encabezada por Suárez Álvarez, obtuvo 756 votos para la presidencia, mientras que la papeleta común que utilizaron las otras cinco agrupaciones obtuvo 357. La elección estuvo fiscalizada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, cuyo representante, Fernando Juan Herrero, fue el encargado de anunciar los resultados. 

Tras conocerlos, Ramón Suárez Álvarez aseguró que el futuro del hospital se debate entre "la quiebra o una solución económica que pague todo lo que puede originar la quiebra". El nuevo presidente añadió: "Cualquiera que quiera comprar el Centro Gallego de Buenos Aires tiene que asumir la deuda de 23 millones de euros que tiene con la Hacienda argentina y también las varias veces centenarias deudas en millones con el personal, además de los juicios que pudieran seguir llegando".

"Si se concreta la operación, que necesita del apoyo de la otra lista -añadió Suárez-, nosotros solos nunca podremos transferir el Centro Gallego. Para aprobar la operación se necesitan dos tercios de los votos de los representantes. Y en la elección nos adjudicamos 40 en una asamblea de 90. Absolutamente imposible hacer una negociación y aprobarla solos", dijo el presidente.

La soledad de la comunidad gallega en Argentina, es algo que le preocupa. "Ni España ni Galicia han defendido nunca el patrimonio cultural del Centro Gallego de Buenos Aires", ha dicho en declaraciones periodísticas antes de las elecciones. Ramón "Muxo" Suárez, es un emigrante gallego en Argentina, reconocido periodista entre la diáspora que ya fue directivo del Centro Gallego de Buenos Aires. La asociación mutual afronta desde hace años una grave crisis que, en sus palabras, obliga a una venta "urgente" del emblemático edificio del hospital para cancelar la importante deuda y salvaguardar el importante patrimonio histórico y cultural que sobre Galicia guardia una de las más importantes instituciones de la historia del país. 

El secretario general de Emigración de la Xunta de Galicia, Antonio Rodríguez Miranda, afirmó que el Gobierno gallego y el de España siguen "con preocupación" y de manera "permanente y continua" la situación de crisis económica y sanitaria que afronta el Centro Gallego de Buenos Aires, y añadió: "Independientemente de los edificios, lo más importante son las personas: tenemos mecanismos para atenderlas si necesitan una asistencia sanitaria. Los socios del centro gallego tienen otras alternativas. Lo ideal sería que siguieran siendo atendidos allí, si así lo quieren, pero si eso no es posible, existen mecanismos. Solo deben dirigirse a la Xunta".

Las seis agrupaciones políticas del Centro Gallego, representadas en la asamblea, que es el único órgano no intervenido por las autoridades argentinas, aceptaron el pasado 18 de diciembre iniciar las negociaciones para la venta del edificio del hospital. No es que lo propusiese una u otra asociación, sino todas. Y aceptan vender el edificio, pero no el Centro Gallego, ya que la ley no permite venderla en ningún caso porque es una asociación mutual. La deuda de la mutual con sus acreedores era ya entonces muy superior al valor inmobiliario del propio hospital. "El Centro no tiene recursos para afrontar una deuda tan grande y a la que se le está sumando más dinero. El único camino viable es ese porque sino nos pasará como al Hospital Español, que acabó entrando en la quiebra", aseguran.

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