Buenos Aires, 4 de setiembre de 2018. Setiembre es un mes asociado a la escuela. Docentes y estudiantes celebran su día cuando va llegando la primavera. Celebraciones de un futuro que se anticipa venturoso con la promesa de nuevos saberes, próximos logros y nuevos desafíos. Pero este año no será así. El ajuste de la economía neoliberal también avanza sobre los sueños de las nuevas generaciones, que tratan de construir su futuro con el trabajo de cada día. Y recorta ingresos de los que hicieron de la enseñanza su oficio y vocación.

El anticipo de agosto fue claro. El mes terminó con un anuncio a destiempo y una marcha que hace poco hubiese resultado inaudita. El gremio docente informó que el 6 de setiembre se reanudarán las negociaciones paritarias en la ciudad y los estudiantes marcharon para reclamar que padecen hambre por las exiguas meriendas que reciben en las escuelas. Mala postal de una época que los argentinos no nos merecíamos. 

El año está más cerca de terminar que de comenzar, pero la paritaria docente nunca encontró una resolución. En la Ciudad de Buenos Aires, por segundo año consecutivo el Gobierno cerró el aumento por decreto, un porcentaje a la baja y en cuotas. Es la primera vez en años que este distrito, el más rico del país, no alcanzó un acuerdo paritario acorde con los reclamos de los docentes. Por eso, éstos le dieron un ultimátum a Horacio Rodríguez Larreta y le advirtieron que cuando comience septiembre, podrían volver los paros a la Ciudad. 

Ante la novedad, el jueves 30 de agosto comunicaron al gremio que a la semana se reuniría otra vez la paritaria, sin certezas de acuerdo. Fue el mismo día en que centenares de miles salieron a la calle bajo la lluvia en defensa de la Universidad Pública, que padece una fuerte crisis presupuestaria y una oferta de aumento salarial para sus trabajadores que fue rechazada. Como anticipo de lo que se puede venir, el día después de la marcha de los universitarios que colmó el centro porteño, el gobierno nacional suspendió la reunión con los docentes por paritarias. La cita era este viernes a las 14.30, pero fue cancelada. El lunes 3 de setiembre seguirá la negociación, pero también continuará el paro que paraliza la actividad de las casas de altos estudios por quinta semana consecutiva.

Además del salarial, los trabajadores de la educación, los estudiantes y las escuelas arrastran otros graves problemas. Después de la muerte de Sandra y Rubén, vicedirectora y auxiliar de una escuela de Moreno, se puso de relieve algo que siempre demandaron los docentes, que en la mesa paritaria esté la cuestión de infraestructura. También en la ciudad se multiplican las denuncias sobre situaciones de riesgo para la seguridad de trabajadores y alumnos que habitan las aulas.

El último día de agosto el Gobierno de la Ciudad convocó a la reapertura de la Mesa Salarial para el próximo jueves 6 de septiembre a las 11 horas en Paseo Colón 255, sede del ministerio de educación porteño. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) anticipó que concurrirá para exigir una recomposición salarial que compense la perdida generada por la escalada inflacionaria que reconoce el mismo gobierno a través del índice de precios al consumidor de la ciudad (IPCBA). Además, dijeron "insistiremos con los reclamos por mejorar las condiciones de trabajo de los y las docentes y con otras problemáticas que afectan a nuestras escuelas como la reducción en cantidad y calidad de la comida que llega a los comedores escolares".

La totalidad de las demandas que llevarán a la mesa de negociaciones fueron debatidas en las escuelas, para luego ser aprobadas en el Plenario de Delegadxs y Congresales de UTE que se realizó el lunes 3 de septiembre en la sede de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET), Sarmiento 2037 de Comuna 3.

La UTE ratificó su participación en la movilización en defensa de la educación pública para decir No a la UniCABA y No al Cierre de los Institutos de formación docente. La misma se hizo sobre el cierre de esta edición, el martes 4 de septiembre, desde el Palacio Pizzurno a la Legislatura porteña.

El último viernes de agosto y con el acompañamiento de la UTE se realizó la marcha de lxs estudiantes secundarios de la UnCES, bajo el lema "Con hambre no se puede estudiar" a la Jefatura de Gobierno, en Parque Patricios. En el acto que se realizó en la puerta de la jefatura se reclamó por las mejoras en las viandas y comedores escolares y que se garanticen condiciones dignas de cursada.  También se exigió el cese de la violencia policial contra "lxs pibxs de los barrios populares".

Además, estuvo presente el rechazo a la secundaria del futuro y a la UniCABA y el pedido de una aplicación real de la Ley de Educación Sexual integral en las escuelas, ignorada por las autoridades educativas.

El 11 de junio ya se había realizado un paro docente en la ciudad luego que se conocieran casos de desnutrición infantil registrados en las escuelas de Villa Zavaleta en Pompeya. "El jueves vamos a un paro de 24 horas, queremos a los chicos con la panza llena y salarios dignos para los docentes", declaró entonces el secretario de la UTE Eduardo López, que aseguró que "la última vez que hubo casos de desnutrición en la Ciudad fue en el 2001", al tiempo que remarcó: "Las escuelas se transformaron en comedores, en varios barrios de la Capital los pibes pasan hambre en el colegio, estamos viviendo una crisis".

                                                           Santiago Pujol

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