Buenos Aires, 17 de julio de 2018. Hace 24 años el barrio de Balvanera fue profundamente sacudido. A la 9 y 30 de la mañana estallaba frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) una bomba que destruyó gran parte del edificio y provocó la muerte de casi 90 personas y centenares de heridos.  

La congoja de familiares y allegados de las casi noventa víctimas que dejó el atentado de la Asociación Mutual Israelí en Argentina (AMIA), allá por 1994, continúa. El atentado fue un ataque terrorista, uno de los mayores jamás ocurridos en Argentina, con un saldo de 85 personas muertas y 300 heridas, y el mayor ataque sufrido por judíos desde la Segunda Guerra Mundial. La comunidad judeoargentina con casi 300000 personas, de las cuales más del 80% vive en Buenos Aires, es la más numerosa de América Latina y la sexta mayor del mundo.

Como suele ocurrir en los últimos años, el miércoles 18 de julio, a 24 años del atentado contra la AMIA, habrá varios actos distintos de conmemoración y homenaje a las víctimas. A las 9.30, frente al predio de Pasteur 633, donde se produjo el atentado, se hará lo que se considera el acto oficial. El cartel de anuncio tiene como encabezamiento "En tiempos de impunidad, hacer memoria es exigir justicia". Debajo está la lista de oradores: el presidente de la AMIA Agustín Zbar, el titular de la OEA, el uruguayo Luis Almagro y un familiar de las víctimas del atentado. 

En el mismo lugar a las 16.30, hará su acto la agrupación 18-J de familiares de las víctimas y a las 18.30, también frente a Pasteur 633, será el turno de Memoria Activa. En este último acto hablarán el prestigioso periodista de judiciales Néstor Espósito, el humorista de gran éxito en la actualidad Roberto Moldavsky, que acompañó a Memoria Activa desde el primer día, el abogado de la agrupación Rodrigo Borda y Diana Wassner, esposa del arquitecto Malamud, muerto en el atentado. 

"En cada mes de julio los recuerdos se agudizan, ahora ya camino a cumplirse un cuarto de siglo sin que se encuentre a los responsables. De hecho, en Argentina el primer proceso judicial terminó siendo declarado nulo, con testimonios falsos y derivaciones que causan vergüenza. No son pocos los reclamos en la actualidad, por la escasa cobertura mediática del juicio de encubrimiento, que se encamina a cumplir tres años", escribió el periodista Raúl Kollmann en el diario Página 12 esta semana.

"Allí están imputados desde el presidente Carlos Menem, pasando por el exjuez Juan José Galeano y los dos fiscales de la frustrada primera causa, que pagaron sobornos para desviar la investigación, quien fuera titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, hasta el extitular de la DAIA, Rubén Beraja, y quienes mintieron intentando acusar a efectivos de la Policía Bonaerense", agregaba.

Ya en proceso de alegatos, ese juicio se encamina la parte final del caso, que tiene como principal impulsor al núcleo organizado de familiares de víctimas, Memoria Activa, descontento por el giro de postura de la gestión actual del Ministerio de Justicia, que decidió cambiar abogados y salir a defender a los exfiscales Eamon Muller y José Barbaccia.

En medio de esta situación, se convocan para exigirle justicia al Tribunal Oral Federal 2, que lleva adelante el caso, considerando que sobran las pruebas para penar a varios de los trece acusados.

El contexto político nacional no ayuda a una pronta resolución favorable al reclamo de justicia que hacen los familiares. Este aniversario número 24 del atentado, se produce en medio de una ofensiva de la Casa Rosada en varios terrenos. 

En primer lugar  para debilitar la investigación del atentado, instalando una secretaría anti-terrorista que seguramente pondrá en la mira a organizaciones mapuches y agrupaciones sociales, mientras que ya está desactivando a los fiscales que investigan el atentado. 

En segundo lugar, son evidentes las presiones del Ejecutivo para lograr la absolución o penas muy menores a los que entorpecieron o desviaron la pesquisa. En el banquillo están el ex presidente Carlos Menem, el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales, los mandos de la SIDE y el policía favorito del Presidente, Jorge El Fino Palacios. Bajo cuerda exhiben un argumento burdo: que las condenas podrían favorecer a los acusados iraníes del atentado contra la mutual judía. 

Y, en tercer lugar, usan a los jueces de la coalición Comodoro Py-Cambiemos para avanzar contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman en la burda causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán y el expediente por la muerte de Alberto Nisman. 

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