Comunales | Día de San Expedito

Una multitud en Balvanera

Como cada año desde 2004, la parroquia Nuestra Señora de Balvanera y santuario de San Expedito recibió el pasado 19 de abril a miles de peregrinos que, con el lema "Amemos con obras como lo hizo San Expedito", llegaron a nuestro barrio a pedir la bendición de sus causas justas y urgentes.
Buenos Aires, 24 de abril de 2018. Cada día 19 de cada mes, se venera al Santo Patrono de las causas justas y urgentes, San Expedito. Pero, el 19 de abril se celebra su santo día en el cual miles de fieles rezan, acompañan y agradecen la intercesión de este mártir católico. La ceremonia comenzó a las 0 del pasado jueves con la apertura del santuario y una salva de campanas, cuando los primeros fieles se hicieron presente en el templo ubicado sobre la calle Bartolomé Mitre al 2400.

Un ahora más tarde se realizó la Exposición al Santísimo hasta las 6, hora en que comenzaron las misas que se repitieron a lo largo de la jornada, con una solemne presidida por el monseñor Gustavo Carrara a las 14, y otra por monseñor Enrique Eguía Seguí, ambos obispos auxiliares de Buenos Aires. A las 17 llegó el momento más emotivo del día cuando la imagen de San Expedito fue llevada en procesión por el barrio de Balvanera. Por otra parte, el templo estuvo abierto las 24 horas y hubo bendiciones y confesiones durante todo el día, además de recibir todo tipo de ofrendas.

Walter Marchetti, párroco de la parroquia, comentó que "a pesar de que en los años anteriores llovió hoy el clima acompañó bastante y eso hizo que la gente se acercara de una manera más masiva, aunque con mal tiempo los feligreses siempre dicen presente igual. La gente viene con la mentalidad de dar las gracias porque el santo le cumplió y es muy agradecido. La devoción por San Expedito toca las fibras más profundas del hombre contemporáneo, entonces se acerca con mucha fe sin importar los estratos sociales".

Marchetti agregó que "la fe trasciende porque puede pasar de mayor a menor estabilidad social, económica y la gente va a seguir viniendo, la necesidad es profunda en el ser humano y hace que el hombre se acerque a Dios. Este año ponemos el acento en que tenemos que amar como Jesús, María o San Expedito con obras, por eso invitamos a todos los devotos a que tratemos de obrar la fe y hacer gestos concretos de amor y caridad que no pasa por lo económico. Es un acto de solidaridad frente al que sufre, al que está solo o al que no tiene, y queremos ser las manos de San Expedito y Jesús que tocan las fragilidades y sufrimientos de las personas".

También dijo que "Hay mucho dolor y pobreza entre nosotros. Hermanos y hermanas enfermos, tristes, angustiados, despreciados, despojados de sus derechos, abandonados por la sociedad, silenciados por poderes que los aplastan, y cientos de modos más que hacen que a la pobreza se sume el gran dolor de estar solos y sin ayuda", y expresó el deseo de "lavar los pies de nuestros hermanos", como hizo Jesús en la última cena. "Queremos tocar las fragilidades y las pobrezas de nuestro pueblo. Queremos abrir nuestras manos a los pobres, no simplemente para dar una limosna, sino para abrazarlos, para construir entre todos una humanidad más solidaria y más noble. A todos queremos llegar y consolar. A todos queremos amar", manifestó. 

Historia 

Desde 2004, en el templo parroquial de Nuestra Señora de Balvanera se venera una antigua imagen de San Expedito y se rinde culto al santo de las causas justas y urgentes, con gran convocatoria de fieles. El 19 de abril del año pasado llegaron miles de fieles durante todo el día. La devoción crece año a año, y en muchas partes del país y de América Latina, los peregrinos acuden masivamente a los lugares donde se venera su imagen. 

Según una leyenda Expedito provenía de una familia patricia; siguió la carrera militar y llegó a ser comandante de las Legiones Romanas. Fue designado en Melitene, la antigua Capadocia (hoy Turquía). Si bien recibía una paga generosa y gozaba de todos los privilegios de las clases superiores, en su corazón se encendía la llama de la fe cristiana a medida que iba conociendo la prédica y el testimonio de los cristianos. Luego de una batalla decidió convertirse, pero cuenta la tradición que ante su inminente decisión, se le apareció un cuervo que trató de persuadirlo al grito de "cras", que significa "mañana" en latín. Al instante, reaccionó, respondiendo: "hodie", cuyo significado es "hoy" y agregando: "No lo dejaré para mañana, hoy seré cristiano"; pisoteó al cuervo, dejando con ese gesto inquebrantable su opción de fe. Junto a otros soldados conversos murió mártir en la persecución del emperador Diocleciano en el año 303. La causa más justa y urgente por la cual intercede es por nuestra propia "conversión". 



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