Comunales | Los retornos en el Milstein

Laboratorio coimero

Procesaron a directivos de un laboratorio de Almagro por sobornar a médicos del PAMI que trabajan en el Milstein. Días antes de las celebraciones de Nochebuena y Fin de Año, el juez Federal Sergio Ramos dispuso el procesamiento –sin prisión preventiva- de Daniel Binder, Carlos Alberto Arredondo, Luis César Forte, Guillermo Enrique Yañez y Clara Catalina Gaivironsky, todos ellos integrantes del directorio del Laboratorio Finadiet SACYFI.
Buenos Aires, 30 de enero de 2018. La justicia descubrió que cinco ejecutivos de un laboratorio de especialidades médicas pagaban coimas, dádivas, incentivos, también denominados en la jerga médica como "Ana-Ana", a tres médicos que trabajaban en un hospital que depende de la obra social de los jubilados, el César Milstein ubicado en Comuna 3, a cambio de que éstos receten a sus pacientes cautivos fármacos elaborados por esa empresa. 

Días antes de las celebraciones de Nochebuena y Fin de Año, el juez Federal Sergio Ramos dispuso el procesamiento –sin prisión preventiva- de Daniel Binder, Carlos Alberto Arredondo, Luis César Forte, Guillermo Enrique Yañez y Clara Catalina Gaivironsky, todos ellos integrantes del directorio del Laboratorio Finadiet SACYFI, ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen al 3.700, en Almagro. También trabó embargos a sus bienes por el monto de 150.000 pesos a cada uno. El delito que les imputó fue el de tráfico de influencias, figura penal que había sido solicitada por Javier Arzubi Calvo, a cargo de la UFI-PAMI, y Jorge Di Lello, titular de la Fiscalía Federal N°1. 

La pesquisa se inició a raíz de la presentación efectuada por uno de los médicos del plantel del Servicio de Urología del Hospital César Milstein (ex Hospital Francés), en la que denunciaba que el médico Jorge Escalera Sarabia –en su calidad de jefe de residentes- les había enviado un mensaje a través de la aplicación WhatsApp en el que los instruía para que sólo recetasen medicamentos del Laboratorio Finadiet y que, caso contrario, tendrían problemas.

El denunciante refirió que en la maniobra también estaban implicados los médicos Julio Verdinelli y Esteban Damián Trucco, quienes junto a Escalera Sarabia, a cambio de recetar a los pacientes de PAMI, los medicamentos de la farmacéutica, recibían cheques en sus cuentas personales –que alcanzaron un total de 94.802 pesos, distribuidos en treinta y ocho pagos-, que fueron librados por los integrantes del directorio de FINADIET entre abril de 2013 y 2015.

Oportunamente, los médicos fueron procesados en orden al delito de cohecho, conforme el artículo 256° del Código Penal de la Nación, y luego el juez Ramos dispuso el procesamiento de Binder, Arredondo, Forte, Yañez y Gaivironsky, en su calidad de directivos del Laboratorio al momento de los hechos, en orden al delito de tráfico de influencias, al tiempo que trabó embargo sobre los bienes de los imputados hasta cubrir la suma de 150 mil pesos cada uno.

El fiscal Arzubi Calvo celebró la decisión del magistrado y destacó que "es un caso emblemático de corrupción en el cual se pudo probar la entrega de dinero a través de cheques que se emitían de la cuenta del laboratorio a las cuentas personales de los médicos". Asimismo, agregó que "es ejemplificador el hecho que se haya procesado a la totalidad del directorio de la firma y a los médicos de PAMI. Toda vez que la investigación englobó a toda la cadena delictiva, es decir a quienes cumplían funciones públicas, como así también a los privados". Y concluyó: "Es importante que este tipo de investigaciones que afectan a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad avancen para que quienes lucran con la salud de los adultos mayores sean efectivamente sancionados".

Las coimas en salud

En el mundo de la medicina la "Ana-Ana" es una denominación que se nombra en voz baja. Es una palabra profana. "Ana-Ana" no remite al nombre de una mujer, o dos, en este caso. Para recuperar el origen de ese vocabulario hay que retroceder en el tiempo y remitirnos al término farmacológico latino "aa", que anotaba el boticario cuando un galeno le encargaba una determinada solución integrada por dos compuestos y que debían mezclarse en la misma proporción, mitad y mitad. Mucho más acá en el tiempo, y lunfardo por medio, las dos letras degeneraron en "Ana-Ana". Es decir "una parte para vos y otra para mí". O "50 y 50", o "Mita y mita".

Así se llama a los "incentivos" o coimas, que reciben algunos médicos por parte de ciertos visitadores médicos, o agentes de propaganda médica (APM), tal su nombre oficial, que trabajan bajo las órdenes de reputados laboratorios medicinales, a cambio de que los profesionales de la salud receten a sus pacientes los fármacos que producen tal o cual laboratorio.

En estos casos a los APM se los denomina “valijeros”, y a los facultativos que recetan a cambio de una dádiva, “lapiceras”.

La "Ana-Ana" puede materializarse de distintas formas, dinero en efectivo, cheques, o vouchers de cortesía que engloban desde casas de electrodomésticos a viajes all inclusive a playas paradisíacas bajo el paraguas de "congresos internacionales".

Para limitar estas prácticas y permitir la libertad de elección del paciente, la ley vigente obliga a que los galenos suscriban los remedios por el nombre genérico de la droga, y no por el de fantasía. Sin embargo, solo el 30% de los médicos lo realizan, y un 17% incorpora los dos nombres en la prescripción.


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