estudiantes porque los jóvenes no eligen la carrera docente". 

Según esta visión de los hechos, se presentó en la Legislatura porteña a principios de diciembre pasado el proyecto para crear la UniCABA, una universidad pública que reemplazaría a los profesorados. Con la sanción de esta norma, cuyo tratamiento fue postergado en principio para el próximo período ordinario de sesiones, el gobierno busca "transferir a la UniCABA el nivel terciario de gestión estatal de las Escuelas Normales Superiores, las Escuelas Superiores de Educación Artística y los Institutos de Educación Superior de Formación Docente y la Escuela de Maestros".

Las reacciones ante la sorpresiva iniciativa fueron muchas. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) señaló en un comunicado que "Nunca en la historia argentina la apertura de una universidad implicó el cierre de un instituto. La iniciativa de las autoridades educativas de la Nación y la Ciudad esconde los verdaderos motivos del intento de desmantelar la formación docente. Para entender esta política basta revisar el presupuesto educativo porteño que, desde el año 2007, se redujo en 12 puntos. Otro ítem que deja en claro el verdadero carácter del proyecto de creación de la universidad es que prevé reemplazar a las autoridades elegidas democráticamente por los claustros de los Institutos, por un rector puesto a dedo por el Ejecutivo porteño".

Para expresar su protesta, estudiantes y docentes se movilizaron repetidamente a lo largo del mes, primero para reclamar que no fuera votada la ley sin debate durante el período extraordinario de sesiones a fines de diciembre y luego, para solicitar que el proyecto sea desechado. La última movida fue el 29 de diciembre. Bajo la consigna "El 29 por los 29", rectores, estudiantes y profesores de los institutos terciarios porteños protestaron el último viernes del año frente a la sede del Ministerio de Educación de la Nación, contra el cierre de los 29 Institutos de Formación Docente.

Hasta el Cardenal Poli, arzobispo de Buenos Aires, pidió al jefe de Gobierno porteño que retire el proyecto de creación de la Universidad de Formación Docente e iniciar un diálogo "genuino y multisectorial", para definir acciones que profundicen los procesos de mejora permanente de la actividad. Larreta anunció que recibirá al arzobispo para conocer sus opiniones. 

En Balvanera las autoridades del Instituto Joaquín V. González (Ayacucho 632) dijeron que este proyecto se hizo sin participación de las comunidades educativas de los profesorados: "Los docentes que conformamos el campo de práctica, por el objeto de nuestro ejercicio profesional, conocemos profundamente el valor de la construcción conjunta y la articulación entre instituciones educativas, por ello afirmamos que esta medida que niega y destruye la fértil historia de la educación argentina sólo puede conducirnos al empobrecimiento de la enseñanza y el aprendizaje en nuestras escuelas". 

El gremio ADEMYS se reunió a fines de noviembre en la Escuela 13 D.E. 6 José M. Zapiola (Urquiza 227) y expuso: "La propuesta es cerrar los todos los profesorados, los cuales tienen autonomía y mecanismos de cogobierno como los Consejos Directivos. Así el gobierno pretende liquidar instituciones como las Escuelas Normales que, en algunos casos, poseen más de 140 años de existencia. Se pretende centralizar políticamente la currícula y controlar su funcionamiento". 

El Centro de Estudiantes del Profesorado Mariano Acosta (CEPMA) de Moreno y Urquiza, informó en 

un video institucional que "Este es un instituto prestigioso fundado por Sarmiento y hace 143 

años forma docentes. Acá asistieron Pablo Pizzurno, Julio Cortázar y Leopoldo Marechal”. “Tenemos un profundo sentido de pertenencia, este es nuestro lugar", dijeron los futuros docentes.

 

La ex rectora del Mariano Acosta, Raquel Papalardo, adhirió a un documento público del Colectivo por la Educación Pública: "Rechazamos la discriminación y desplazamiento de las escuelas de formación artística y el vaciamiento presupuestario al que se han visto afectadas, la criminalización de los conflictos educativos y la presencia policial en las escuelas".

La UTE agregó: "Hablan de dialogar, pero el ocultamiento de la información y de los proyectos son moneda corriente por parte de las autoridades de la cartera porteña. El sistema formador tiene identidad e historia y modos organizacionales que responden a la singularidad de su formación específica. A su vez, tiene formas de organización donde todos los participantes tienen voz y voto. Este proyecto no respeta la unidad académica y la vida democrática y la producción de conocimiento que se realizan en nuestras escuelas e institutos. Queremos construir consenso, debate público y una educación igualitaria que considere todas las dimensiones del conocimiento".

Juan Castro

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