Porte帽as | Adi贸s Basura Cero

Vuelven los incineradores

Cuando muchos cre铆an que ya eran nada m谩s que historia, parece que vuelven los incineradores de basura a la ciudad. Por ahora es s贸lo un proyecto, del que apenas trascendi贸 alguna noticia, elaborado por la CEAMSE, el organismo p煤blico encargado desde la dictadura del tratamiento de la basura. Quieren hacer siete para quemar los residuos que generamos diariamente los porte帽os. As铆 terminar谩n de enterrar la Ley de Basura Cero. Buenos Aires, 7 de noviembre de 2017. Hubo un tiempo lleno de humo. Desde 1908 se propiciaron los incineradores domiciliarios como complemento de los grandes incineradores p煤blicos, de los que se construyeron cuatro. Cada edificio deb铆a tener el suyo. Eso ocurr铆a mientras segu铆a el basural en el Bajo Flores, al que de tanto en tanto tambi茅n se le prend铆a fuego. La combinaci贸n de quemas no impidi贸 la proliferaci贸n de basurales, algunos clandestinos y otros oficializados por las autoridades, pero s铆 multiplic贸 el humo al que se expon铆an los porte帽os, con todas sus consecuencias.    

Eso dur贸 mientras se pudo soportar. Un a帽o despu茅s de haber asumido, la dictadura militar, por intermedio del entonces intendente Brigadier Cacciatore, decidi贸 enterrar la basura en vez de quemarla. Se prohibieron los incineradores, se organizaron los rellenos sanitarios en el conurbano, lejos de la ciudad, y se reprimi贸 a los recuperadores urbanos (entonces se los llamaba "botelleros") que viv铆an de reciclar parte de los residuos. La familia Macri conoce bien la historia, porque Franco, el pap谩 de Mauricio, se alz贸 con la licitaci贸n para recolectar todos los residuos y llevarlos a los rellenos, con su empresa Mantenga Limpia a Buenos Aires, conocida por su sigla Manliba.

Lo que parec铆a una soluci贸n m谩gica (cambiar basura por zonas parquizadas ganadas a los bajos inundables aleda帽os a los r铆os y arroyos que corren por el conurbano), con el tiempo mostr贸 su cara fea. Los rellenos esconden la basura, no la eliminan. En el proceso de su descomposici贸n, se acumulan gases que entran espont谩neamente en combusti贸n, esparciendo sustancias cancer铆genas. Adem谩s, contaminan la tierra y el agua subterr谩nea y permanecen riesgosos por largos a帽os.

As铆 las cosas, nadie quiere uno cerca de su casa. El primero que se cerr贸 fue el de Villa Dom铆nico, Avellaneda, en 2003. Despu茅s se bloque贸 el de Gonz谩lez Cat谩n. Lo mismo sucedi贸 con el de Ensenada. S贸lo queda activo el de Jos茅 Le贸n Su谩rez. Pero tiene su capacidad largamente colmada. Para resolver el nuevo problema, en 2005 se aprob贸 en la Ciudad la llamada Ley de Basura Cero, que organizaba la reducci贸n progresiva de la basura remitida por la ciudad a los enterramientos, mediante la generalizaci贸n de la recuperaci贸n, reutilizaci贸n y reciclado de los desechos domiciliarios. La ley comenz贸 a aplicarse con 茅xito, hasta que lleg贸 el PRO y fue quedando en el olvido, en medio de invocaciones alegres a la protecci贸n del medio ambiente. M谩s all谩 de la publicidad, la cantidad de basura que no se recicla, sigue creciendo. 
Como ya no saben d贸nde ponerla, vuelven con las viejas ideas. Otra vez meterles fuego. Ahora quieren construir siete hornos en diferentes barrios porte帽os para hacer humo la salud y el aire de sus habitantes. Para llevar esto a cabo, tendr谩n que derogar la ley vigente. Una idea que apesta y marcha a contramano del cuidado del medio ambiente.     


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