Porteñas | Manteros en Once

Un conflicto que sigue

Los manteros volvieron a protestar a 70 días del desalojo en Once. Afirmaron que la Ciudad aún no les dio "soluciones". Aseguran que se trata de unos 2.500 trabajadores que son “víctimas de una estrategia de violencia”. “Larreta miente cuando dice que el conflicto fue solucionado con éxito”, critican. Buenos Aires, 28 de marzo de 2017. El conflicto entre los manteros y el Gobierno porteño se volvió a encender. Integrantes de la asociación Vendedores Libres protestaron el miércoles pasado frente a la estación de Once, de donde fueron desalojados en el enero, tras varios días de piquetes y un enfrentamiento con la Policía de la Ciudad. Reclaman por “respuestas” y señalan que aún “no hubo soluciones”.

Un grupo de los vendedores ambulantes que fueron desalojados de las veredas del barrio porteño de Balvanera hace más de dos meses se instalaron nuevamente en Plaza Once, en la intersección de las avenidas Pueyrredón y Rivadavia, para reclamar al gobierno local que “legalice” su actividad y fije el lugar donde funcionará el predio para los manteros censados.

Los vendedores llevaron adelante un corte parcial y se vivieron momentos de tensión, ya que estuvieron rodeados por un fuerte operativo de seguridad integrado por efectivos de la Policía de la Ciudad y personal de Espacio Público porteño, que buscó evitar que hagan el piquete de forma total en cualquiera de las dos arterias cercanas a la estación de ferrocarril Once.

Mediante un comunicado, la asociación Vendedores Libres aseguró que el Gobierno porteño “no dio respuestas”. Aseguran que se trata de unos 2.500 trabajadores que son “víctimas de una estrategia de violencia”. “Larreta miente cuando dice que el conflicto fue solucionado con éxito”, critican.

“Hace diez días, habíamos instalado otra carpa en la avenida Rivadavia, con carteles y mensajes para el jefe de gobierno (porteño, Horacio Rodríguez Larreta), pero a la 1 de la mañana unos 50 policías vinieron y desalojaron a los tres compañeros que mantenían la protesta”, confió Omar Guaraz, miembro de la organización Vendedores Libres.

Guaraz acusó al gobierno de “no cumplir con nada de lo que se comprometió a hacer cuando firmamos el acta para irnos de la calle, después del desalojo” y apuntó que “la única solución a este conflicto es la legalización de la venta ambulante”.

Los manteros denunciaron en un comunicado que no hubo soluciones. Por eso, convocaron a la movilización hacia la zona de la que fueron desplazados mediante un fuerte operativo de seguridad hace setenta días.

“No hemos tenido ninguna respuesta estatal, se profundizó la represión a nuestro sector”, denunció el titular de Vendedores Libres. En este sentido, señaló que continuarán las protestas no sólo en plena avenida Pueyrredón, sino también en Plaza Once. La marcha del miércoles fue el “inicio de una serie de jornadas de protesta ante un Gobierno que lejos de solucionar el conflicto lo agravó”.

El cruce entre los vendedores ambulantes y el Gobierno porteño no es para nada nuevo. Desde hace años que la Ciudad busca reducir al mínimo posible su presencia. El año pasado se avanzó en dos barrios en los que la presencia de los manteros generaba una fuerte disputa con los comerciantes: Flores, en la zona de avenida Avellaneda, y Caballito, en la zona de Acoyte y Rivadavia.

La Policía de la Ciudad había desalojado en enero pasado a los manteros de Once.
Y a principios de 2017, la Ciudad avanzó en la zona de Once, con operativos múltiples en la zona de la avenida Pueyrredón. Como contrapartida, y con el foco puesto en reducir la polémica, el Gobierno porteño acordó con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que los vendedores callejeros puedan realizar talleres de capacitación de 60 días por los que cobrarían 12 mil pesos y posteriormente ofrecer sus productos en galpones que serían cedidos por el Ejecutivo de la Ciudad.

El área encargada de negociar con los manteros fue el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que conduce Eduardo Macchiavelli. En medio de la protesta se dio a conocer un proyecto reformas en la zona, conocido como “Once Peatonal”, que se está implementando.

El acuerdo alcanzado entre los manteros y el Gobierno porteño en el que además intervino la CAME consistía en el curso por dos meses donde abordarían temáticas de inserción laboral, técnicas de venta y emprendedurismo. Los talleres eran de cuatro horas los cinco días de la semana. A cambio, la CAME otorgaría un subsidio de 11.700 por los dos meses, que ya culminan. Además, debían inscribirse en el monotributo social para poder facturar el monto de las ventas a la CAME. El dinero sería depositado directamente a los manteros en cajas de ahorro, y quienes no tenían, pudieron acceder de manera gratuita a una del Banco Ciudad.


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