Porteñas | Realizaron controles gratuitos

En campaña contra el glaucoma

El viernes 17, en el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, se llevó a cabo una jornada de detección del glaucoma en diferentes hospitales de la Ciudad, entre ellos, el Santa Lucía y el Ramos Mejía, de Comuna 3. Buenos Aires, 21 de marzo de 2017. El viernes 17 de marzo, en el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, se llevó a cabo una jornada de detección del glaucoma en los hospitales oftalmológicos porteños Santa Lucía y Lagleyze, junto con los hospitales Ramos Mejía, Álvarez, Durand, Penna y Tornú.

El glaucoma, principal causa de ceguera no reversible en todo el mundo, es una enfermedad del ojo que deteriora paulatinamente la vista sin presentar síntomas. De allí la importancia de los controles preventivos.

Las autoridades sanitarias porteñas se propusieron con esta campaña, destinada a toda la comunidad, difundir este problemática, detectar personas con alteraciones compatibles con glaucoma y derivarlas a su oftalmólogo o a su médico de cabecera. Para ello se efectuaron controles gratuitos de presión intraocular y exámenes de la papila del nervio óptico a los que lo solicitaron.

¿QUÉ ES EL GLAUCOMA?

El glaucoma es una enfermedad de los ojos, crónica y progresiva, causada principalmente por la presión ocular aumentada (PIO). Puede ocasionar la ceguera si no es oportunamente tratada. Existen múltiples formas clínicas de esta patología. La más frecuente es el glaucoma crónico simple.

Dentro del ojo, entre el cristalino y la córnea, hay un líquido transparente llamado Humor acuoso. Este líquido se produce dentro del ojo por los procesos ciliares y es eliminado a través de un canal especial llamado trabeculado. Cuando por alguna razón el trabeculado o canal de filtración, se obstruye o tapa, la PIO aumenta dentro del ojo. La PIO elevada genera daño irreversible en el nervio óptico. Se lo clasifica en ángulo abierto cuando el mecanismo por el cual la PIO aumenta es por alteración interna del canal de filtración (trabeculado). Y de ángulo cerrado cuando la raíz del iris obstruye el canal (es un ángulo ocluible).

El glaucoma en sus inicios no presenta síntomas específicos. La única manera de diagnosticarlo es concurrir a la consulta oftalmológica en forma periódica y controlar la presión intra ocular y el aspecto del nervio óptico.

En algunas ocasiones se puede notar como indicadores de la problemática:
– Cambio frecuente de anteojos.
– Dificultad para adaptar la vista en lugares oscuros.
– Pérdida de la visión lateral.
– Halos en forma de anillo alrededor de las luces.

El glaucoma puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, si usted presenta alguna de estas características, es ideal que esté más atento: personas mayores de 40 años; personas con familiares directos que padecen glaucoma (padres, hermanos, abuelos); personas que han sufrido traumatismos en los ojos; y personas que usan corticoides (en cualquier formato).

Actualmente no hay cura para el glaucoma. Sin embargo, una vez que se lo detecta se puede detener su progresión con gotas para los ojos que bajan la PIO. Cuanto antes se diagnostica, mayor será la probabilidad de prevenir una seria pérdida de la visión. Se puede realizar láser o cirugía cuando el tratamiento con gotas no es suficiente pero ninguno de estos procedimientos es curativo.

El examen para la detección del glaucoma es rápido e indoloro. El especialista debe realizar una revisación de la función visual y con unas gotas de anestesia tomar la PIO con un aparato especial llamado tonómetro. También se estudia las características del ojo para ver el ángulo y el nervio óptico. Se debe hacer un control oftalmológico por lo menos 1 vez por año para toda persona sana. Si en el chequeo de rutina se sospecha glaucoma, el médico indicará estudios específicos para pesquisar con más detalle la probabilidad de padecer glaucoma.

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