Comunales | Confitería del Molino

Empieza su recuperación

Los arquitectos a cargo de su recuperación planean reabrir la histórica Confitería Del Molino a fines del año próximo. El edificio, que la semana pasada fue adquirido por el Estado nacional, será restaurado por el equipo de expertos que hoy trabaja en el Congreso. En el lugar también funcionará un museo y un centro cultural. Buenos Aires, 14 de marzo de 2017. Tras estar dos décadas cerrada, la Confitería Del Molino podría volver a abrir sus puertas a fines del año próximo. Al menos, es la estimación inicial de los técnicos encargados de las obras de restauración, prontas a iniciarse después que se concretara la semana pasada la adquisición del inmueble.

Pasó más de un año desde la votación de la ley de expropiación del edificio de la Confitería del Molino. La demora se debió en parte a la baja prioridad que le dio el nuevo gobierno al proyecto y en parte a las fantasías inmobiliarias de algunos de los dueños, que pedían precios abusivos. Finalmente se compró a buen precio y ahora comienza la aventura de la restauración.

En esta nueva etapa habrá dos protagonistas esenciales, por un lado el PRIE -el equipo que lleva años restaurando el palacio legislativo- y por otro la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos que preside Teresa de Anchorena, que tiene alzada sobre El Molino. Esto va a ser interesante como experiencia, tal vez fundacional, porque el equipo que dirige Guillermo García ya cuenta con gente que lleva años en esta actividad, y la actual comisión incluye nombres como los de Fabio Grementieri y Marcelo Magadán.

Los técnicos encargados de la puesta a punto del complejo prevén que la obra total esté lista para 2021. Además de la reapertura de la confitería, el proyecto incluye la instalación de un museo relacionado con la historia del lugar, y un centro cultural, que se llamará De las Aspas.

La Confitería Del Molino fue declarada de utilidad pública y sujeto de expropiación en 2014 a través de la ley 27.009 promulgada el 1º de diciembre del mismo año. Mucho antes, en 1992, fue declarada como Área de Protección Histórica (APH). “La idea es intervenir el edificio sin alterar su esencia, tal como se hizo en el Congreso”, contó al diario PERFIL Miguel Mármora, coordinador del PRIE.

De acuerdo con el plan de obras previsto, la restauración Del Molino se hará en tres etapas. La primera tiene que ver con la “envolvente edilicia”, es decir, con la realización de estudios preliminares de fachadas y cubierta del edificio. El plan es determinar el alcance y los métodos de intervención.

En la segunda etapa se evaluará, preservará e intervendrá el interior del edificio a través de la acción directa del equipo de restauradores del PRIE. Mientras que en la tercera fase se analizarán las instalaciones históricas del inmueble, además de estudiarse la adecuación tecnológica que se dispondrá en la emblemática esquina de Callao y Rivadavia. En estas tareas participarán la Dirección General de Informática y Sistemas de la HCDN y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional.

“Recién una vez terminadas estas etapas se podrán determinar los trabajos que es necesario realizar. El edificio está entero, no existe peligro de derrumbe. El único problema es el desprendimiento de mampostería externa, y por ese motivo es que se colocó en el exterior una malla protectora”, aseguró Mármora. De todas maneras, el experto detalló algunas de las falencias que sufre el interior del edificio: escaleras de mármol dañadas, paredes descascaradas, las puertas originales de los ascensores deterioradas, entre otros. Respecto al museo, los responsables del PRIE explicaron que se armará un departamento tal como estaba a principios del siglo pasado.

También se piensa reabrir la mítica confitería que deleitó generaciones de porteños. Reconstruir su menú será tarea de muchos. “Para reabrir la confitería es necesario hacer primero una investigación de su historia gastronómica, porque no quedaron registros de ello. Vamos a pedir a la gente que traiga fotografías para saber no sólo cómo se veía sino también qué se ofrecía en la confitería. Reacondicionar sus salones será un gran trabajo en conjunto con la comunidad. Apuntamos a recuperar la importancia social y cultural que representaba para la Ciudad el lugar”, sostuvo Mármora.








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